Febrero 2012




NOTICIA. El vocero oficial de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich reitero sus dudas sobre la veracidad de la información ofrecida por el llamado Observatorio de Derechos Humanos sobre Siria

NOTICIA. En El Cairo comenzó un proceso contra 43 miembros de diversas ONG, acusados de trabajar sin licencia en Egipto o de apoyar financieramente a determinados partidos

Comentario

Naturaleza del espionaje y la manipulación informativa internacional

Los denominados servicios de inteligencia de los respectivos gobiernos, conocidos en el pasado como servicios de espionaje y contraespionajes han ido cambiando con el paso de los tiempos.
Hasta el final de la Guerra Fría (1991) las actividades de espionaje en países extranjeros de las grandes potencias Rusia y EEUU, aunque de intereses antagónicos tenían los mismos métodos y objetivos, fundamentados en el complot para derrocar opositores y perpetuar gobiernos fieles a sus dictados.
En ese periodo, la naturaleza del espionaje se fundamentaba en que tanto la URSS como EEUU y sus aliados principales, Gran Bretaña e Israel, luchaban por alcanzar la hegemonía mundial y, ante la imposibilidad de conseguirla por la fuerza de las armas, la Guerra Fría consistía en la disputa por conquistar, en todo el mundo, áreas de influencia geopolítica respectivas a través de promover y apoyar regimenes afines; ello llevaría en determinados momentos de la Guerra Fría a EEUU a promover golpes de Estado en varios países de Latinoamérica y derrocar gobiernos legítimos como fue en 1973 en Chile, o el apoyo a la dictadura española de Franco. Por otra parte, la URSS conspiraba en los países del Este europeo para mantener su hegemonía, tutelaba los regímenes de los repúblicas soviéticas asiáticas y al gobierno títere de Afganistán tras la invasión de ese país por la URSS (1979-1989). Y en general, casi todas las regiones del mundo estaban envueltas permanentemente en la trama de complots en la sombra.
Los medios utilizados, según los casos, se basaban en la infiltración en los poderes militares y en distintas instancias fácticas de los diferentes Estados, o en las organizaciones opositoras, siendo, en muchos casos, las propias embajadas por su inmunidad diplomática las que servían de centro de coordinación de las actividades de espionaje.
Con la desaparición de la URSS y el final de la Guerra Fría (1991), la actividad del espionaje cambió sustancialmente. Rusia ya no tenía capacidad de aspirar a la hegemonía mundial, ni tampoco la pretendía tras abandonar el modelo soviético de revolución mundial; por el contrario, EEUU si bien ya no tenía un rival global, sus aspiraciones de seguir pretendiendo la hegemonía mundial han continuado.
La redimensión del espionaje de EEUU se artículo después de los atentados del 11S del 2001. EEUU proyectó la lucha contra el terrorismo como un enemigo global, y ello, lo utilizó como fundamento ideológico para promover la invasión de Afganistán e Irak. La manipulación informativa, cobró una nueva dimensión en la actividad de los servicios de inteligencia. En el caso de Afganistán se fundamentó en que era el refugio del terrorista más buscado Osama Bin Laden por su responsabilidad en los atentados del 11S; una década después se comprobaría que este terrorista vivía en un amplío complejo urbano en Pakistán, país que sirvió como plataforma de invasión de Afganistán bajo el mandato del golpista Musarraf, actualmente residente en el Reino Unido. En el caso de Irak, el pretexto informativo para la invasión de Irak se fundamentó en que Sadam Husein era un dictador que poseía armas de destrucción masiva, cuestión que a la postre se comprobó que no existían tales armas y que tal acusación había sido un montaje propagandístico de la CIA, y resulta paradójico que Musarraf un dictador aupado por un golpe de Estado al poder en Pakistán que si disponía de armas nucleares de destrucción masiva no se le considerase proscrito a los ojos de Occidente sino un valioso aliado.
La comparación de los hechos con los contenidos propagandísticos del momento, mostró como los servicios de inteligencia pasaron a controlar el espacio de los grandes medios de comunicación occidentales, tal vez, la opinión de políticos conservadores de EEUU de que la guerra de Vietnam se había perdido en la retaguardia por el horror que causaba la guerra, fuera uno de los motivos que llevó a los servicios de inteligencia al control de los grandes medios con el fin de homogeneizar en un discurso único a la población occidental en la legitimación de las intromisiones de EEUU en los países que no se subordinaban a su tutela. El discurso utilizado para ello se fundamentaba en el subterfugio de la defensa de los derechos humanos, cuando se ha demostrado en las prolongadas guerras de Afganistán e Irak que las guerras de invasión son la peor de las dictaduras y donde más se vulneran los derechos humanos reflejado en los miles de muertos civiles y la destrucción a la que han sido sometidos esos países. En el caso de Afganistán la propaganda militar se convierte en cinismo cuando la cruenta ocupación de ese país lleva más de diez años llamándose, libertad duradera.
La justificación del complot y de la guerra en terceros países como método justiciero de Occidente -defendido por los grandes medios de comunicación, como fue en el caso de Libia los bombardeos sistemáticos de la OTAN y el aplauso de los autodenominados intelectuales progresistas del linchamiento público del dictador Gadafi-, frente a los principios expresados en la carta fundacional de la ONU de respetar la soberanía de las naciones y los cambios en las mismas sin intromisiones foráneas, ha ido degradando moralmente a estos medios de comunicación y los ha convertido en medios mercenarios de los servicios de inteligencia que promueven las aspiraciones hegemónicas de EEUU, Israel y la OTAN.
En esta nueva situación mundial los servicios de inteligencia del mundo se pueden dividir en dos categorías, por una parte, los de los países que no pretenden la hegemonía mundial, que se traduce en que los servicios de inteligencia sirven para la defensa exclusiva de la nación, pero no se orientan a inmiscuirse en asuntos de otros países sino tienen que ver con la defensa exclusiva de la propia nación, y por otra parte, están los servicios patrocinados por la OTAN, EEUU e Israel dirigidos a subvertir mediante complots y propaganda los regímenes de los países que no se subordinan a sus intereses.
Ambos modelos de espionaje precisan a su vez de presupuestos diferentes, mientras que los dedicados en los países que no aspiran a la hegemonía mundial son modestos, el mayor presupuesto del mundo destinado a los servicios de inteligencia es el de EEUU que destina a la CIA unos 70.000 millones de dólares anuales, un 10% del presupuesto militar de EEUU, que en cifras absolutas supera el 45% de todos los gastos militares en el mundo.
Esta nueva situación política mundial ha llevado también en los países de la OTAN a cambiar las tapaderas y puntos estratégicos donde actúan los servicios de inteligencia, haciéndolo taimadamente, en muchos casos, bajo el manto de reporteros y ONGs humanitarias, aprovechando el prestigio de las que sin duda alguna actúan de buena fe.
Estas tapaderas sirven como puntos de información, utilizados luego como fuentes fiables de los medios de comunicación. No es por ello sorprendente, por mucho que políticos y medios Occidentales se rasguen las vestiduras, que el portavoz oficial de la cancillería rusa, Alexander Lukashevich, acuse a el llamado Observatorio de Derechos Humanos sobre Siria, al cual se remite gran parte de la prensa occidental, de falta de veracidad en la información ofrecida por esa Institución, que según ese portavoz, cuenta solamente con dos funcionarios, R. Abdurajman y una secretaria-traductora, cuando Abdurajman ni siquiera es periodista, vive en Londres y se considera súbdito de la corona británica. Ni tampoco se puede pasar por alto que, de no mediar serías sospechas de intromisión en los asuntos internos de Egipto, las autoridades judiciales de El Cairo hayan iniciado un proceso contra 43 miembros de diversas ONG, entre los que se encuentran 19 ciudadanos estadounidenses, así como el director de la oficina en El Cairo de la fundación alemana Konrad Adenauer, Andreas Jacobs, y una de sus colaboradoras, acusados de trabajar sin licencia en Egipto o de apoyar financieramente a determinados partidos. Estando previsto el juicio para el 26 de abril.
Por otra parte, sorprende también el crédito que a veces una institución como las Naciones Unidas da a determinadas informaciones provenientes de fuentes no contrastadas sobre el terreno, lo que da lugar a el periodismo mercenario a que se aproveche en su labor de manipulación, como fue, por ejemplo, uno de los casos comprobados del poco rigor con la que actuó esa institución, cuando el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, a propuestas de España y Francia, a raíz de los luctuosos hechos terroristas del 11 de marzo del 2004 aprobó por unanimidad, y sin debate, la Resolución 1530 en la que se condenaba a la banda terrorista ETA como autora de tan horrorosa matanza de gente inocente, cuando todos los indicios y la sentencia posterior determinó que fue llevada a cabo por terroristas yihadistas.
En esta última década se ha podido comprobar que la manipulación de hechos y la creación de organizaciones y coordinación de medios informativos para manipular determinadas informaciones y a veces la instrumentalización de instituciones de la ONU, ha pasado a ser una de las actividades más notorias de los servicios de inteligencia de la OTAN respecto a la consideración de lo que acontece en países que no se someten a sus dictados. Esa es una de las grandes miserias intelectuales de Occidente que lo convierten con perspectiva histórica en un mundo decadente.

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NOTICIA. Putin invita a los rusos a consolidarse e impedir la intromisión extranjera en los asuntos de Rusia

Comentario

23 de febrero del 2012. Un día importante en la historia de Rusia

El próximo día 4 de marzo Rusia celebrará elecciones presidenciales. Los principales aspirantes al cargo según diversas encuestas son: Vladímir Putin por el Frente Popular de Rusia, creado por su iniciativa en verano de 2011 y en el que se incluye Rusia Unida; Guennadi Ziugánov secretario del Partido Comunista de la Federación Rusa (KPRF);  Vladímir Zhirinovski presidente del Partido Liberal Democrático (LDPR).
El día 23 de febrero es un día señalado en Rusia por ser el día de los Defensores de la Patria, una de las efemérides patrióticas más importantes en Rusia. No obstante, el 23 de febrero del 2012 puede pasar a la historia como un día que puede marcar un antes y un después en la historia de Rusia. Las formaciones políticas señaladas anteriormente han desplegado su capacidad de movilización en respectivos mítines; mientras que las movilizaciones del KPRF y el LDPR han sido irrelevantes, el Frente Popular de Rusia liderado por Putin ha desbordado con decenas de miles de manifestantes la Gran Arena Deportiva de Luzhniki de Moscú.
Rusia está viviendo un momento en el que las clases medias aspiran a que Rusia defina su futuro de forma singular y con la identidad propia que le caracteriza. Las grandes masas de población han vivido durante las últimas dos décadas, desde el desplome de la URSS, acomplejadas tras conocer el pasado luctuoso del estalinismo y el horror de los GULAG. Un complejo que Occidente ha venido explotando alabando las bondades de dirigentes como Gorbachov y Yeltsin sumisos ante occidente y que transmitían -con su ideología apátrida basada en que Rusia encontraría su futuro copiando a Occidente-, una profunda desmoralización entre la población. Los grandes magnates rusos que se beneficiaron de las privatizaciones en los años noventa, también vendían el ideal apátrida como el más progresista porque ello integraba sus intereses en los grandes centros de poder occidentales.
Los dos primeros mandatos presidenciales de Putin y el todavía vigente de Medvedev situaron a Rusia en una serie de reformas para asegurar la soberanía de sus recursos e intentar modernizar su economía y finanzas, alcanzándose metas importantes principalmente en el control de los recursos y en la disminución de la deuda, pero en ese periodo Rusia también, aunque con menos complejos, seguía queriendo imitar a Occidente que se manifestaba en su aspiración a estar incluida en el club de los poderosos del planeta el G7. La inclusión de Rusia en el G7+1, o G8, parecía el camino adecuado, las grandes potencias industriales, incluida Rusia, se unían para regir el mundo, pero la crisis financiera mundial del 2008, lo cambiaría todo.
Tras esa crisis se vio que el G8 era un foro que había quedado obsoleto, el G20 adquiría el nuevo protagonismo en la coordinación de las políticas económicas mundiales. El recorrido de la crisis ha ido cambiando los actores mundiales, y los países emergentes, entre los que se incluye Rusia, han dispuesto y disponen de mayores sinergias que los países Occidentales para remontar la crisis.
Si en el algún momento se puede considerar premonitoria la frase atribuida a Napoleón sobre China en la que afirmaba: el día que China despierte removerá el mundo, es a partir de la crisis económica del 2008, en la que esta nación pasa a ser por su fortaleza económica y sobre todo por sus perspectivas de crecimiento la nación que determinará en gran medida la marcha de la economía mundial.
En esta situación, Rusia se sitúa en una nueva realidad mundial en el que el Oriente cobra un mayor protagonismo, si bien la UE sigue siendo uno de sus principales socios comerciales, el desplazamiento de la bonanza económica hacia Oriente no le ha dejado ni le puede dejar indiferente.
En esta nueva coyuntura, la política internacional en una gran nación como Rusia, necesariamente tenía que cambiar, tenía que ir abandonando el seguidismo a Occidente y hacerse más independiente, y por ello, no cayó en la trampa de los cantos de sirena de Hillary Clinton cuando hablaba del reseteo de las relaciones entre EEUU y Rusia, mientras la OTAN preparaba un escudo antimisiles a las puertas de Rusia que la dejaba a merced de la OTAN. Tampoco le sonaron a Rusia como retóricas las afirmaciones hechas por mandatarios de EEUU de que la soberanía de EEUU estaba vinculada a las fuentes de materias primas, de las que Rusia detenta una parte importante en reservas de combustibles fósiles.
Otros factores internos han ido despertando también a las clases medias rusas, tras comprobar que estaban quedando marginadas del desarrollo económico iniciado después de la década pérdida de los años noventa. Y el alma rusa arraigada en esas clases, que entienden que la patria es soberanía, pero que a su vez debe ser como una madre que debe cuidar a sus hijos y ellos, sus hijos, que lo dan todo cuando hace falta como lo hicieron en la Gran Guerra Patria contra el Nazismo, reclaman ahora ser protagonistas y beneficiarse cuando existen perspectivas de desarrollo económico.
Ese es el momento actual de Rusia, Putin ha sabido interpretarlo, se ha distanciando de los oligarcas Rusos y se ha  fundido con las clases medias. La formación del Frente Popular liderado por Putin es la plasmación de esa nueva era que Putin se siente con la responsabilidad de liderar. No hay oportunismo, solo amor a la patria Rusa y a sus gentes, sabiendo que está llegando el momento de una nueva etapa para Rusia.
Un impulso ideológico el liderado por Putin que necesariamente tiene que traducirse en dos cuestiones fundamentales, por una parte, en un programa político de modernización de Rusia con la mejora de la productividad, el desarrollo del potencial innovador de las ciencias en Rusia y la mejora de la calidad democrática de las instituciones rusas y, por otra parte, en una organización política con estructura, estatutos e ideología, cuyo germen deberá ser el Frente Popular liderado por Putin.
Occidente, se resistirá a admitir esta nueva realidad y como es costumbre, intentará acosar a Rusia y a Putin en particular acusándole de protagonizar una vuelta a la guerra fría; nada más falso, los tiempos de mundos herméticos, como fue el de la URSS, ya nunca volverán; Rusia, sobre todo en los dos últimos años, tanto en hechos como en declaraciones del ministro de exteriores Sergei Lavrov ha puesto de manifiesto que la política exterior rusa no se basa en el oportunismo como lo hace la política occidental para conseguir réditos a costa del sufrimiento y el expolio de terceros, sino que se fundamenta en principios basados en la coexistencia pacífica y en generar medidas de confianza para ganar socios económicos en un mundo cada vez más abierto, donde la mayoría de la humanidad lucha y aspira al desarrollo y la prosperidad, ideal que sintoniza perfectamente con la generosidad demostrada del pueblo ruso.
El 23 de febrero del 2012, está cargado de simbolismo no cabe duda que será un día de inicio de una nueva etapa de Rusia que conmoverá en el futuro positivamente al mundo como preludio de la más que probable victoria electoral de Putin el cuatro de Marzo que encarnará las esperanzas de la mayoría del pueblo ruso de  progreso social, económico y democrático, y de autoafirmación de gran nación como baluarte de la defensa de la paz y de la soberanía de las naciones.

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NOTICIA. El presidente federal alemán, Christian Wulff, presentó hoy en Berlín su renuncia, golpeado por un escándalo de tráfico de influencias


Comentario

Corrupción política y paradigma político Occidental

La caída del jefe de Estado alemán, Christian Wulff, investigado por haberse beneficiado supuestamente de préstamos sospechosos, viene a sumarse a toda una sería de políticos importantes de la UE que han sido acusados de corrupción como el expresidente Berlusconi a la espera de los juicios, el miembro de la casa real española Urdangarín o el ya sentenciado expresidente francés Jacques Chirac.
Sería de ingenuos pensar que todos los casos de corrupción son descubiertos, más bien, es presumible que la corrupción en las altas esferas políticas son las más difíciles de detectar por la cantidad de recursos jurídicos y financieros de los que disponen los altos cargos políticos, por ejemplo, la corrupción en Italia según un informe difundido el día 17 de este mes por el Tribunal de Cuentas de ese país alcanza los 60.000 millones de euros anuales aunque, según ese mismo tribunal, en el 2011 se dictaron sentencias por casos de corrupción sólo por 75,2 millones de euros. Esta situación no es ajena a la percepción ciudadana, según una encuesta del Eurobarómetro publicada por la Comisión Europea el 15 del presente mes, el 74% de los europeos cree que la corrupción es un problema importante en su país y ese mismo porcentaje cree que la corrupción existe dentro de las instituciones a nivel local, regional y nacional. Los costos económicos ocasionados por la corrupción en la UE se estiman en 120 millones de euros de los que Italia representa el 50%. 
La corrupción política en Europa se ha disparado principalmente por el modelo de economía especulativa que llevo a la crisis inmobiliaria y que propició el tráfico de influencias a través de sobornos entre empresarios y políticos. No obstante, la corrupción en la UE está fundamentada en el tipo de políticos de los que se nutren los principales partidos de los diferentes países de la UE, principalmente los partidos de la derecha liberal y los partidos de tradición socialdemócrata.
Las características afines en estos políticos viene determinada porque carecen de sólidos fundamentos ideológicos, sus principios se fundamentan en el oportunismo político, encubierto ante sus electores en papel de pragmatismo para justificar porque las políticas de unos y otros son sustancialmente iguales. Las bases ideológicas que rigen la política en la UE y occidente en general no se encuentra en el corazón de los partidos sino en los poderes fácticos de Occidente, en este orden: el poder financiero u oligarquía financiera, los dirigentes de la OTAN y los regidores de los principales medios de comunicación o latifundios mediáticos.
Cada uno de estos poderes tiene un fundamento ideológico asignado; la oligarquía financiera, asegurar su poder en la continuidad del sistema económico neoliberal, a pesar de que mantener su estatus suponga perpetuar la crisis económica mundial; la OTAN mantener la supremacía y las ambiciones hegemónicas de Occidente, a través de promover complots y si es necesario guerras en los países en desarrollo que no se someten a sus dictados; los grandes medios de comunicación son los que deben conformar la opinión de las masas de electores, justificando tanto las actuaciones militares de la OTAN, como las ayudas a las oligarquías financieras encriptadas en las argumentaciones que conforman el paradigma del neoliberalismo y la hegemonía occidental.
Los políticos de los grandes partidos actúan dentro del citado paradigma, la nacionalización del sector financiero y la disolución de la OTAN, se sitúan al margen del sistema. Los políticos de uno y otro signo son correas de transmisión de los poderes fácticos, las diferencias esgrimidas ante los electores en la práctica se convierten en retórica, como se puede ver en la continuidad de las políticas económicas y militares como ha sido, por ejemplo, en España donde el PP en la oposición criticó duramente las políticas de recortes sociales del gobierno del PSOE pero, tras acceder recientemente al gobierno de la nación, el PP ha continuado con los recortes sociales que criticó; los políticos que puedan resistirse al mandato fáctico son relegados como sucedió en los meses pasados en Italia y Grecia donde fueron puestos al mando de los respectivos gobiernos, sin mediar elecciones, tecnócratas del agrado del poder financiero.
Dentro de este paradigma, los políticos que rigen los destinos de la UE, entienden la política, no como un acto transformador en función de una ideología, pues esa viene determinada desde fuera, sino como una carrera profesional, en la que enriquecerse forma parte de la misma como en cualquier profesión, si bien unos lo hacen modestamente dentro de las leyes, otros aprovechan su impunidad para traficar en su beneficio con las influencias que su posición les otorga.
Los casos de corrupción preocupan a los poderes fácticos, pues los mismos son fuente de descrédito de los políticos, a través de los cuales defienden sus intereses y ejecutan sus planes, y los grandes medios de comunicación a su servicio se ven obligados a desarrollar diferentes estrategias mediáticas para frenar el descrédito popular de los políticos profesionales.
Es obvio que los poderes fácticos conocen muy bien que por mucho malestar que se pueda generar en la sociedad, mientras no exista una ideología transformadora verosímil, que cuestione su poder, y capaz de sintonizar con las masas de electores,  ese malestar es fácilmente sofocado por los medios de comunicación o por la represión policial de los sectores de la población más radicalizados. Ello se ha podido comprobar en los dos últimos años, donde las numerosas huelgas y movilizaciones en Grecia, Francia, Portugal o España, no han hecho variar el sentido del voto de la mayoría de electores.
Así, por ejemplo, resulta paradójico que en España donde el acusado descrédito de los políticos, tanto sean socialdemócratas como de la derecha, reflejado en las encuestas, no tuviera ninguna repercusión en la participación electoral siendo ésta superior a otras ediciones y con un triunfo del partido más proatlantista y neoliberal, el PP.

La UE y EEUU no representan en el mundo las fuerzas del progreso mundial a favor de la paz y la prosperidad de los pueblos y naciones, esta tendencia la lideran en el ámbito internacional los países emergentes que necesitan y desean la paz para su desarrollo. Será el peso progresivo internacional de estas potencias en el ámbito económico, político y de la búsqueda de la Paz, las que, tal vez, hagan recapitular a la mayoría de la ciudadanía occidental si merece la pena seguir apoyando a la oligarquía financiera y el guerrerismo de EEUU y la OTAN.
A la crisis económica le queda todavía muchos años de recorrido, y el pensamiento de las grandes masas de población se mueve muy lentamente, la deriva de ese pensamiento en Occidente hacia la extrema derecha o las fuerzas del progreso, está todavía por ver.

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NOTICIA. El vicepresidente de China, Xi Jinping, llegó a Washington para dar inicio a su visita oficial a Estados Unidos


Comentario

Los avatares históricos de la relación entre la República Popular China y EEUU

Hace cuarenta años, China y EEUU marcaron un hito, cuando el entonces presidente de EEUU Richard Nixon realizó una visita sin precedentes a China, por invitación de Beijing.
En ese momento, las dos potencias se enfrentaban ideológica y estratégicamente. Entre Beijing y Washington existían varios temas de conflicto, que abarcaban de Taiwán a Vietnam. Ambos estaban sumidos en problemas propios, China, con las secuelas de la Revolución Cultural, sumida en un caos interno y, EEUU, empantanado en la guerra de Vietnam.
Pero tanto China como EEUU se enfrentaban a un enemigo común representado por el expansionismo soviético. Tras el conflicto Chino soviético en los años sesenta que dio lugar a enfrentamientos armados en 1969 en la frontera en el río Amur, los soviéticos habían estacionado un millón de soldados a lo largo de la frontera norte de China, mientras que EEUU y la OTAN mantenían una soterrada lucha con la URSS en Europa Oriental y Central, así como en el Pacífico Occidental.
Para China, la URSS se había convertido en un imperio calificado por el PCCh de Mao Zedong como social-imperialismo, debido a la deriva corrupta y militarista de la burocracia Rusa, que pretendía la subordinación de China a la URSS, definida en la frase atribuida a Mao Zedong: “los Chinos no han luchado durante años para echar al león por la puerta”; referido a los japoneses, “para luego dejar que el tigre entre por la ventana”, refiriéndose a la URSS.
En 1971, China y EEUU aprovecharon la oportunidad de participar en lo que se conoció como diplomacia del ping-pong, cuando el XXXI Torneo Internacional de Tenis de Mesa en Nagoya, Japón, se presentó como oportunidad para que China invitara al equipo de EEUU a visitar la República Popular. El éxito de su visita, y la posterior visita a EEUU de un equipo chino, propició el viaje secreto del entonces secretario de Estado Henry Kissinger a Beijing en ese otoño, seguida de la histórica visita de Nixon, en febrero de 1972, el cual transformó el panorama político mundial.
La visita de Nixon materializó la alianza entre China y EEUU que se concretó en el Comunicado de Shanghai. Desde su publicación, para China este comunicado ha constituido la piedra angular de las relaciones contemporáneas chino-estadounidenses, como cimiento para la paz y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico. Para EEUU, en aquel momento, la alianza con China suponía un paso importante para aislar a la URSS.
Con perspectiva histórica, se puede considerar que esta alianza para aislar a la URSS, contribuyó a que el expansionismo de la URSS entrará en una fase de decadencia que se materializó en su derrota militar en Afganistán tras una década de ocupación militar (1979-1989), y en las revueltas populares en los países del Este de Europa, acontecimientos que llevaron a la burocracia soviética a aumentar sus gastos militares y a distanciarse de las necesidades de desarrollo económico de la sociedad rusa. Estas contradicciones tanto externas como internas serían la causa del desplome de la URSS entre 1989 y 1991.
Tal vez el hecho de que la Republica Popular de China no hubiera sido arrastrada en  el desplome político del mundo soviético, fue debido a la visión estratégica que tuvo Mao Zedong, muy celoso de la soberanía de China, de distanciarse de la URSS debido a su deriva militarista y hegemónica de los países de régimen socialista.
Una vez finalizada la guerra fría, para EEUU, China dejo de ser un colaborador necesario en el área internacional, pero las relaciones establecidas durante casi dos décadas en la Guerra Fría (1972-1989) permitió a EEUU ver en China un buen socio comercial y mano de obra barata para obtener cuantiosos beneficios en la deslocalización de las actividades industriales que demandaban mano de obra poco cualificada.
Por otra parte, China tras superar la fase caótica de la Revolución Cultural y con la entrada de la segunda generación de dirigentes de la República Popular, con Deng Xiaoping (1978) como máximo líder, abandonaron el modelo de desarrollo económico inspirado en la URSS y se abrieron a la economía mixta -estatal y de mercado- como forma de promover el desarrollo de las fuerzas productivas y la modernización de China. La entrada de China en la OMC en el año 2001 le posibilitaría convertirse en una economía exportadora mundial competitiva basada en la mano de obra barata, pero a su vez contribuyó a que la reserva de divisas se incrementara de forma importante hasta haberse convertido en el país con la mayor reserva de divisas del mundo estimadas en el equivalente a unos tres billones de dólares estadounidenses.
La crisis económica mundial iniciada en 2008, y el fracaso del expansionismo militar de EEUU en Oriente Medio han cambiado sustancialmente las condiciones que determinan las relaciones de China y EEUU. China se ha visto obligada a cambiar su modelo de desarrollo principalmente exportador, y complementarlo con la promoción de la demanda interna, lo que le ha ayudado a transitar por la crisis mundial manteniendo un crecimiento de su PIB anual en torno al 9%. Y EEUU se ha convertido en una nación dependiente de China, tanto porque después de Canadá es el país que más vende en EEUU, como porque China es su principal acreedor de bonos del tesoro.
La nueva coyuntura política y económica generada en la primera década del presente siglo ha determinado que las relaciones de Occidente con China, se hayan convertido en una relación de amor, odio, o la que ha venido en denominarse para China en la política de golpe y contacto.
Por una parte, Occidente se beneficia de los productos de exportación baratos de China, y, en la presente crisis económica, espera beneficiarse de la reactivación interna de China, pero, si bien a Occidente le interesa que China se reactive económicamente para beneficiarse de su crecimiento, también teme las consecuencias políticas que ello implica de un mayor peso político de China en la esfera internacional. Por ello, esta política de golpe y contacto, se manifiesta, por una parte, en favorecer el contacto en las relaciones económicas con China, pero a su vez, en una política de golpe en las relaciones políticas a través de campañas orquestadas contra China y por el regreso militar de EEUU a Asia para intentar contenerla en el ámbito internacional con el fin de que su protagonismo económico no se manifieste en un mayor liderazgo político en la región Asia-Pacífico.
El mundo ha experimentado un cambio radical desde el Comunicado de Shanghai de 1972 entre EEUU y China; la amenaza de la Unión Soviética que unió a China y a EEUU ha desaparecido; sin embargo, a pesar de que han transcurrido cuatro décadas, desde entonces, para China el espíritu del Comunicado de Shanghai de colaboración sigue vigente. Sería deseable que China y EEUU desarrollaran las medidas de confianza necesarias en el ámbito internacional tendentes a promover el respeto entre naciones con el abandono progresivo de las pretensiones hegemónicas mundiales de EEUU; ello sin lugar a dudas crearía las condiciones óptimas para que China avanzara más decididamente en su proceso interno de reforma y apertura política a favor de una mayor democracia, lo que a su vez supondría mejores condiciones para la reunificación de China.

China en su proceso de reforma y apertura se esfuerza por transformarse y adaptarse política y económicamente al cambio de los tiempos, pero aun está por ver si EEUU es capaz también de hacerlo, o si deberá ser la propia evolución de los tiempos los que le releguen a un segundo plano internacional en el devenir histórico.

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NOTICIA. Obama aprueba la Ley para la Prevención del Contrabando de drogas con Avionetas Ultraligeras desde México

Comentario

Los eslabones de la cadena del tráfico de drogas a EEUU

El origen de las poderosas mafias del narcotráfico en México se debe a que este país es la puerta de entrada al mayor mercado de consumo de cocaína de mundo. Un reciente estudio de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) señala que Estados Unidos sigue siendo el principal mercado mundial de ese estupefaciente, con 4,8 millones de consumidores. Tal cifra de consumidores representa el 41 por ciento del mercado internacional de la cocaína, por delante de Europa, con el 29 por ciento.
La importación de la droga a EEUU se realiza en cantidades masivas, pero se desconoce cómo se articula la recepción de la droga proveniente desde México en el territorio estadounidense. Obviamente, una vez introducida la droga en EEUU, la misma logísticamente deberá llegar a grandes centros de recepción y distribución. Sorprende que del ingente número de toneladas que entran en EEUU nunca se tengan noticias de decomisos importantes en el propio EEUU, cuando el núcleo central de la lucha contra el narcotráfico y los narcotraficantes debería estar en el propio EEUU, pues sin bases logísticas para la recepción de la droga en suelo estadounidense sería imposible distribuir la misma, y el tráfico carecería de razón de ser.
La estrategia de EEUU de señalar como principales culpables del tráfico de cocaína a los países productores como Colombia, o los receptores logísticos como México para su envío a EEUU, encubre, por una parte, la instrumentalización política que hace EEUU de la lucha contra el tráfico de la droga para injerir en países del continente latinoamericano, pero sobre todo, encubre su fracaso, bien por ineptitud o por la complicidad de muchas administraciones de EEUU, para desarticular los centros logísticos de recepción masiva y distribución en su propio territorio. Es por lo tanto, la inoperancia de EEUU en la lucha contra la logística de la droga en su propio territorio, tanto en su recepción como consumo, la causa principal de esta lacra.

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NOTICIA. Organización Meteorológica Mundial: La ola de Frío en Eurasia se debe a cambios en la Oscilación Ártica

Comentario

Cambio Climático y fenómenos meteorológicos extremos

Según la OMM el cambio en la oscilación Ártica, es la razón que explica las bajas temperaturas en Europa. Letonia, Bielorrusia, Polonia y Ucrania, entre otros países, han registrado temperaturas de hasta -30ºC, mientras que algunas regiones del norte de Rusia han bajado hasta -37ºC. En el este de Alemania las temperaturas han caído hasta menos de -20ºC, mientras que Europa Occidental ha registrado temperaturas de entre -10ºC y -15ºC. Además, las temperaturas en la mayor parte de Asia Oriental y Central se encuentran por debajo de lo normal.
Sin embargo, las temperaturas en el Atlántico Norte e Islandia son más altas que lo normal. En las Islas Svalbard, en el océano Ártico, se han registrado temperaturas de hasta 5ºC, más altas que en Milán o Estambul. Las temperaturas en América del Norte también han sido más altas que de costumbre.
A pesar de estas fluctuaciones en la circulación atmosférica que presentan, en este caso la paradoja de que Islandia tenga temperaturas más altas que Milán en Italia, así como la sucesión de otros fenómenos extraordinarios como fue la ola de calor que asoló Rusia Occidental en agosto del 2010 coincidiendo a su vez con una actividad extraordinaria del monzón que afecto con graves inundaciones a Pakistán, la OMM no ha ofrecido una teoría a la reiterada sucesión de fenómenos meteorológicos extremos en relación al habitual comportamiento histórico de la circulación atmosférica.
Tal vez sea un poco prematuro aventurar una teoría consolidada, pero es evidente que va cobrando fuerza la hipótesis de que las dorsales y vaguadas en altura (ciclones y anticiclones en superficie), debido al calentamiento térmico de las masas de aire que regulan la circulación en altura a causa del cambio térmico climático, esté modificando la corriente en Chorro (jet stream) provocando en el caso  del hemisferio Boreal que dorsales polares bajen en latitud provocando olas de frío y dorsales tropicales suban en latitud provocando olas de calor, de tal manera, que el ajuste de las masas térmicas durarán mientras persista el calentamiento térmico climático por el efecto invernadero, lo que, de ser así, supondría que lo fenómenos meteorológicos extremos se repetirán con mayor frecuencia en las próximas décadas.

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NOTICIA: El sucesor de Osama Bin Laden al frente de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri pidió a los musulmanes en Irak, Jordania, Líbano y Turquía que se unan con el levantamiento en contra del "pernicioso, canceroso régimen" de Assad


Comentario

Siria. Extraños compañeros de viaje

El líder de Al Qaeda ha reiterado que "los rebeldes en Siria que buscan deponer al presidente Bashar Assad no pueden depender de la ayuda de Occidente, Estados Unidos, Turquía y los ejecutivos corruptos de los países árabes de la Liga Árabe".
El mundo árabe colonizado en los siglos XIX y XX por Francia y Gran Bretaña, tuvo su primera revolución en el segundo tercio del siglo XX con las guerras de independencia de las metrópolis colonizadoras. Tras la Segunda Guerra Mundial la Guerra Fría protagonizada por las dos potencias más importantes, EEUU y la URSS, instrumentalizaron la independencia de los viejos imperios coloniales para consolidar su influencia regional en el mundo. En el Oriente Medio y norte de África EEUU extendió su influencia en los países independizados ayudando a restaurar retrogradas monarquías principalmente en Arabia Saudí,  Qatar, Marruecos y en la antigua Persia con la dinastía de Reza Pahlevi. La URSS se apoyó en los frentes de liberación laicos principalmente, en Argelia con el FLNA, Egipto con Nasser, Libia con Gadafi, Siria e Irak con los partidos Baaz. Tras la desaparición de la URSS, y el final de la Guerra Fría los países bajo el paraguas soviético quedaron huérfanos de la tutela internacional.
No obstante, si el mundo árabe y persa, tuvieron una primera revolución para legitimar su independencia, el carácter elitista de estas independencia dio todo el poder a minoritarios grupos de poder y todos los regímenes de uno y otro signo surgidos tras la independencia fueron totalitarios con sus pueblos. Con posterioridad surgieron movimientos sociales que demandaban gobiernos que debían servir para mejorar las condiciones de vida de la sociedad. La nueva ideología política que dio sustento a estas demandas se fundamentaba progresivamente en el Islam.
La primera gran revolución inspirada en el Islam que acabó con la elite gobernante fue en Irán. En 1979 el Sha de Persia fue derrocado y se instauró la actual república islámica de Irán. Con posterioridad, la victoria en Argelia en los años noventa del movimiento islámico fue abortado con un golpe de Estado de los sectores más occidentalizados, pero la ideología política islamista ha seguido emergiendo con fuerza, lo que ha inducido a las monarquías árabes a acentuar su carácter religioso, como por ejemplo en Arabia Saudita con la formación de una policía religiosa a modo de la antigua inquisición medieval católica, o que en Irán el liderazgo supremo de la nación lo ostente un clérigo. Este auge del islamismo social y político, a su vez, ha traído consigo que las diferencias religiosas entre sunnitas y chiítas, relegadas durante las luchas por la independencia, se haya acentuando, dando lugar a enfrentamientos sectarios religiosos como los que se han venido produciendo en la guerra de Irak.
No obstante, si en algo coinciden sunnitas y chiítas es en derrocar a los regímenes que sustentaron la independencia de la mano de ideologías laicas. El ejemplo más evidente sucedió en la pasada guerra civil en Libia, en la que tanto Irán de religión chiíta, como Arabia Saudita de religión sunnita, apoyaban incondicionalmente a los opositores a Gadafi, apoyaron a los opositores a Mubarak en Egipto y ahora apoyan a la oposición al gobierno en Argelia.
EEUU y la OTAN se ha venido valiendo de estas rencillas o alianzas, según los casos, para debilitar gobiernos que no se someten a su tutela. Lo hizo en Irak y en Libia y, en la guerra civil de este último país, incluso la participación de Al Qaeda fue aceptada por la OTAN porque contribuía al derrocamiento de Gadafi, como fue el hecho de que quien lideró la toma de Trípoli fuera Abdelhakim Belhadj un miembro con un historial muy próximo Al Qaeda.
En el caso de Siria, sunnitas y chiítas están claramente enfrentados. La familia de Al Assad es aliado de Irán y pertenece a la minoría chiíta de Siria. Las monarquías árabes sunnitas son las principales instigadoras de la revuelta sunnita contra el gobierno de Siria en las que se apoya la OTAN, y a la que muestra ahora también su apoyo incondicional Al Qaeda, cuestión que tampoco parece desagradar a la OTAN, pues, el atentado de Alepo contra las fuerzas armadas sirias con sello de Al Qaeda que dejo decenas de civiles muertos no ha sido condenado por los países de la OTAN aunque si lo haya hecho el secretario de las Naciones Unidas, incluso el Vaticano hace llamamientos al diálogo nacional pues ve que un triunfo sunnita pondría en riesgo la secular libertad de culto de los cristianos en Siria.
La guerra civil en Siria tiene una fuerte componente internacional, pues, debilitar a Siria es debilitar a un aliado estratégico de Irán en la región, país  al que miran con recelo tanto la monarquía saudí, la qatarí e Israel por su emergencia como potencia en el Oriente Medio, además de ser considerado el enemigo número uno de EEUU y la OTAN.
La fracasada resolución en el Consejo de Seguridad presentada por los países de la OTAN con el apoyo de la liga árabe para la destitución del presidente sirio y vetada por Rusia y China evidencia dos tendencias claras en la región, por una parte, quienes -tras ver la instrumentalización que la OTAN hizo de la resolución 1973 para propiciar un cambio de gobierno en Libia-, pretenden mantener la razón de ser de las Naciones Unidas fundamentada en la no injerencia en los asuntos internos de un país para imponer desde fuera cambios de gobierno, tendencia representada por China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU y también porque estas potencias temen que una desestabilización de Siria entrañe una desestabilización en toda la región y, por otra parte, están quienes hacen de la injerencia y de la guerra su principal línea de actuación para aislar a Irán,  tendencia representada por las monarquías del Oriente Medio, Israel y la OTAN a la que se suma también por libre como extraño compañero de viaje Al Qaeda.
Si bien los objetivos tácticos de los que propician la injerencia y la guerra en Siria y en contra de Irán son coincidentes no es así en los objetivos estratégicos. La OTAN, Israel y las monarquías saudí y qatarí pretenden debilitar a Irán en la región, en el caso de la OTAN e Israel además pretenden subordinar a su tutela a todos los países del Oriente Medio, por el contrario Al Qaeda tiene un proyecto de largo plazo tendente a implantar un califato sunni que abarcase desde Afganistán hasta Marruecos.
Es casi seguro, que Al Qaeda nunca logrará liderar su quimérico proyecto, pero lo que si es evidente que el auge de la religión en la política -particularmente en las naciones de mayoría sunnita- debilita la componente nacionalista que dio lugar en el pasado a las luchas de independencia y propicia que se abran paso las fuerzas político religiosas supranacionales sunnitas y, tras las recientes revueltas árabes, en la medida que avancen las fuerzas religiosas emergentes en Túnez, Egipto Marruecos y las que puedan surgir en Arabia Saudita y otros países árabes, las elites familiares que lideraron la independencia de sus naciones sean monárquicas o de otro signo podrían ser cuestionadas en favor de un proyecto político religioso sunnita.
Paradójicamente, el éxito de Irán como potencia regional, a pesar del acoso occidental sufrido desde 1979, alienta en la rama sunnita la idea de que solo uniéndose bajo un régimen político religioso por encima de nacionalidades pueda traer una época de esplendor al mundo árabe sunnita, pero por otra parte, el peso de la tradición de reinos de taifas alimentada por las monarquías despóticas y corruptas aliadas de la OTAN  cuyo objetivo es mantener la división entre los árabes debilita esa tendencia de unidad político religiosa sunnita.
El mundo árabe -a diferencia del occidental que tuvo su periodo histórico de revoluciones liberales en el siglo XIX que acabaron con el Antiguo Régimen y contribuyeron a la separación de la religión del Estado-, no ha tenido ese proceso de ruptura con la tradición del Antiguo Régimen y, el peso de la religión en la política, mantiene su raíces medievales. Desde el punto de vista de la civilización occidental que dejó atrás las guerras sectarias de religión en el siglo XVII, esta tendencia que parece alumbrar en el mundo árabe de unir política y religión es una etapa superada y, por ello, se puede y se debe considerar retrógrada, sobre todo por el papel al que relega a la mujer. No obstante, en Occidente existe también otra línea política de actuación internacional que también es retrógrada y hunde sus raíces en el pasado imperialista occidental y es la más perniciosa de todas, a saber, el derecho arrogado a injerir en los asuntos de otras naciones mediante el complot y la guerra.
La tendencia histórica más progresista para la humanidad está recogida en los fundamentos de la carta de las Naciones Unidas por la que deben ser las naciones y los pueblos sin injerencias externas según su propia experiencia histórica las que deben encontrar el mejor camino de convivencia, siempre que lo hagan en paz. Ello no es óbice para que, el mundo Occidental y árabe, puedan mostrar sus diferencias siempre que lo hagan desde el respeto mutuo. Esa es la esencia de la carta de las Naciones Unidas y que ninguna nación debiera olvidar, y quienes defienden estos principios con más ahínco como son actualmente Rusia, China y la mayoría de los países latinoamericanos son quienes lideran en las relaciones internacionales el ideal de progreso de la humanidad de un mundo de paz y sin guerras. Esta tendencia en Siria tiene un nombre diálogo y reconciliación entre las partes enfrentadas.

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NOTICIA. Rusia desarrollará un sistema de defensa aeroespacial que la blindará frente a misiles de la OTAN

Comentario

Sistemas antimisiles. La lanza y el escudo

Tras la emancipación de los países del Este de Europa del poder soviético, la URSS desapareció de forma relativamente pacífica, el Pacto de Varsovia se disolvió poniendo fin a cuatro décadas de Guerra Fría en confrontación con la  OTAN. Una vez finalizada la Guerra Fría, desde el punto de vista de un nuevo reequilibrio de fuerzas mundiales, parecía obvio que la OTAN siguiese los pasos del Pacto de Varsovia, pero no fue así. Las razones estratégicas fueron varias, los países del este europeo debido a su antigua relación con Rusia seguían temiéndola y vieron en la OTAN un refugio para su defensa, pero la razón más importante fue que las potencias occidentales vieron que la OTAN podía cobrar un nuevo protagonismo como rector militar del mundo ante la carencia de un firme opositor, cuestión que llevó a los estrategas de EEUU y GB a soñar con una nueva recolonización de los países en desarrollo además de control de los países del Este Europeo.
El éxito obtenido por la OTAN en la Guerra de los Balcanes en los años noventa, fue un fuerte incentivo para ese propósito, la invasión de Afganistán y de Irak fue el intento de establecer un dominó imperialista por el que las fichas irían cayendo una tras otra. Pero si bien EEUU consiguió acabar con el poder militar de Irak bajo Sadam Hussein, una década de guerras en el Oriente Medio solo le han supuesto una victoria pírrica, cuando no una derrota, si se compara con el fracaso de las aspiraciones hegemónicas en la región que indujeron a la invasión de Afganistán y de Irak.
La OTAN, tras el desaparecido Pacto de Varsovia dejo de tener un carácter defensivo, develando claramente su naturaleza de existir para dominar o amedrentar a terceros países. La existencia de la OTAN altera cualquier proyecto de desarme mundial, pues los países fronterizos que no pertenecen a esta alianza sienten su aliento agresivo.
Rusia, en la medida que se reafirma como una potencia emergente está cada vez más en el  punto de mira de la OTAN. Tras las fracasadas negociaciones de la Conferencia de Seguridad de Munich entre Moscú y la OTAN sobre el escudo antimisiles en Europa por la por falta de garantías jurídicas por parte de EEUU de que dicho sistema no apuntaría al potencial estratégico de Rusia, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció un conjunto de medidas de índole militar y diplomático en respuesta al despliegue del escudo antimisiles en Europa. En esa dirección Dmitri Rogozin, quien hasta hace poco se desempeñó como embajador de Rusia ante la OTAN anunció un futuro sistema de defensa aeroespacial que garantizará a Rusia una protección eficaz ante la amenaza que representan para el país los misiles de la OTAN.
EEUU y sus aliados, en la medida que la tecnología antimisiles ha ido perfeccionándose están dotando a su sistema militar de sistemas para abatir misiles después de ser disparados por un presunto agresor. Las razones esgrimidas por la OTAN de que tales sistemas son para prevenir probables ataques de Irán, no han convencido a Rusia, pues Irán no tiene misiles capaces de alcanzar Europa.
Para Rusia está claro, pues, que los sistemas antimisiles en Europa del Este están pensados contra el sistema de misiles de Rusia que se mantiene como equilibrio de fuerzas con los misiles de la OTAN.
La estrategia de la OTAN de dotarse de un escudo, coloca en inferioridad a Rusia, en el fondo es la confrontación de dos guerreros con lanzas, pero si uno de ellos además de la lanza tiene un escudo la ventaja es notoria. La OTAN pude lanzar misiles contra Rusia y éstos ser respondidos por los misiles rusos, pero los misiles rusos pueden ser interceptados, de tal manera, que Rusia podría recibir el impacto de los misiles de la OTAN pero, la OTAN neutralizaría los misiles Rusos. A Rusia, desde el punto de vista de una paridad militar, no le queda otro remedio que desarrollar un sistema antimisiles, es decir, dotarse además de la lanza del escudo, para estar en igualdad de condiciones.
En el caso de Irán los misiles de EEUU e Israel y los aviones bombarderos estratégicos pueden alcanzar con gran profusión su territorio. Irán no tiene tecnología para desarrollar un escudo antimisiles, además los misiles antiaéreos S-300 que Rusia tenía previsto suministrar a Irán, no han sido entregados debido a las sanciones del Consejo de Seguridad a Irán por el oscurantismo con el que lleva adelante su programa nuclear.
Irán basa su defensa en la disuasión, principalmente en la vulnerabilidad de supuestos atacantes en el estrecho de Ormuz que debido a su limitada anchura lo hace indefendible ante los misiles de 200 kilómetros de alcance que tiene Irán si éstos son utilizados de forma masiva y simultánea, pues ningún sistema antimisil puede detener el lanzamiento simultáneo de decenas de miles de misiles en tan corto recorrido, pues no existe tiempo de respuesta.
Los escudos antimisiles, son una mala noticia para caminar en la dirección del desarme. La OTAN tácitamente está estimulando a todos los países del mundo que se sienten amenazados, como son determinados países latinoamericanos y del Oriente Medio a rearmarse, bien buscando la disuasión en el irreparable daño recíproco, como es el caso de Irán, o en la protección de un escudo como es el caso de Rusia.
La disolución de la OTAN que es quien lidera la iniciativa más agresiva y provoca la reacción armamentista en otras naciones que se sienten amenazadas, favorecería desactivar el rearme y los riesgos de guerras. Los países emergentes y en desarrollo precisan de la paz para prosperar, ninguno de estos países amenaza a nadie ni tiene interés en invadir a otros, solo la OTAN liderada por EEUU es quien sigue pensando en la guerra como forma de subordinar a sus intereses a quienes no reconocen su hegemonía.

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NOTICIA. Latinoamérica exigirá acción mundial para salvaguardar el planeta       

Comentario

Río +20. Pensar en clave de género humano

La Cumbre ministerial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), tiene previsto incluir una declaración sobre la salvaguarda del medio ambiente mundial en el horizonte de la que será la Cumbre Río+20 sobe medio ambiente a celebrar en Brasil, en junio del presente año, veinte años después de la que fue pionera, también en Río, en 1992.
Desde entonces las preguntas para un desarrollo económico mundial equitativo y respetuoso con el medio ambiente siguen siendo las mismas, sin que ninguna de las alternativas propuestas por las instituciones internacionales haya mejorado la situación. La inercia del funcionamiento de la economía mundial es la que marca el ritmo de los acontecimientos, tal vez, hacía una catástrofe humanitaria y medio ambiental, o tal vez, hacia un revolución que propicie un cambio profundo positivo que devuelva a la humanidad la esperanza de un mundo donde se alcance el equilibrio entre desarrollo económico y medio ambiente.
Lo que ha cambiado es la percepción de la magnitud del problema medioambiental y de los riesgos de guerra e injusticia social a las que se enfrenta la humanidad si se deja que las fuerzas libres del mercado impongan sus leyes, las cuales, propician la externalización medioambiental de costes en busca de una mayor competencia comercial, y perpetúa la aspiraciones hegemónicas de Occidente lo que induce a la desconfianza entre naciones, impulsa al rearme y acaba con la paz en distintas regiones del mundo.
El concepto liberal de la Riqueza de las Naciones, sobre el que Occidente asentó su desarrollo en los dos últimos siglos, esta basado en que una nación es rica porque somete a otras y expolia sus recursos. El concepto liberal de la Riqueza de las Naciones es un concepto egoísta que se vuelve en contra de toda la humanidad, no solo porque su prevalencia ha supuesto y supone la guerra en el intento de someter a otras naciones, sino que el desaforado consumismo occidental ha puesto a toda la humanidad en un callejón medioambiental, hasta ahora, sin salida.
Este concepto liberal de la Riqueza de las Naciones sobre el que Occidente ha justificado el expolio de otras naciones, ha deteriorado el medio ambiente y promovido guerras, debe ser sustituido por el concepto de Colaboración Entre Naciones en pos de un objetivo que debe tener como sujeto principal a toda la humanidad.
Y, a pesar de que las naciones occidentales que practican la hegemonía lideradas por EEUU, siguen ancladas en el viejo pensamiento del interés unilateral, promoviendo complots y guerras para destruir o someter a otras naciones, desde los países y regiones emergentes del mundo está adquiriendo fuerza un nuevo pensamiento de Colaboración entre Naciones que da como resultado la ganancia mutua y es el mejor instrumento para alcanzar la paz y prosperidad, un pensamiento que se articula además en clave de género humano, haciendo de la humanidad el sujeto principal en el que deben basarse las políticas de desarrollo en armonía con el medio ambiente.
Solamente el triunfo de este pensamiento entre las naciones y multitudes que constituyen la mayoría de la humanidad puede hacer que la alternativa no sea la catástrofe, sino que sea una nueva civilización respetuosa con el medio ambiente donde el conjunto de la humanidad sea el centro de todas las cosas.