Enero 2013



28/01/2013

NOTICIA. Concluye la cumbre CELAC -UE en Santiago de Chile

Comentario

América Latina. El reto de la superación de la estructura económica neocolonial

El día 27 de enero finalizó la cumbre celebrada en Santiago de Chile  entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Está cumbre ha tenido un especial significado político principalmente porque en palabras del presidente de Uruguay José Mújica, América Latina y el Caribe han conseguido realizar en bloque su primera reunión internacional “sin su patrón del Norte” (EEUU), y también porque Cuba recibirá la presidencia pro témpore de Chile para el 2013, que en palabras de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, marca "todo un cambio de época". El presidente venezolano, Hugo Chávez, convaleciente en Cuba, principal impulsor de la CELAC, en una carta remitida a la cumbre expresó que "es el proyecto de unión política, económica y social más importante de nuestra historia contemporánea"

La CELAC se constituye en bloque en base a dos premisas fundamentales: la primera es la búsqueda del interés común en el comerció recíproco y la integración regional, y la segunda, porque todos los miembros actúan con una sola voz en el escenario internacional defendiendo la dignidad de la soberanía de todos sus miembros, lo que ha supuesto que la condición primera para dar inicio a la cumbre UE-CELAC haya sido la condena unánime del bloqueo de EEUU a Cuba y la petición de la derogación de la ley estadounidense Helms-Burton de 1996 por contravenir los principios de la ONU en materia del libre tránsito marítimo y comercial; aunque si bien, la UE deberá demostrar más claramente que las relaciones que pretende establecer con la CELAC son entre iguales poniendo fin a la posición común de la UE contra Cuba, pues las misma supone una injerencia en los asuntos internos de ese país al pretender presionar sobre su política interna, y abriendo un proceso negociador entre Gran Bretaña y Argentina para poner fin al vestigio colonial de la islas Malvinas.
Los intentos de la UE en su aproximación a Latinoamérica no están exentos de una visión neocolonialista, por la que pretendió en está cumbre acordar un tipo de condiciones de inversión en la región proponiendo un modelo de seguridades jurídicas supra-soberanas, tal pretensión quedó anulada a iniciativa de Venezuela, estableciéndose las garantías jurídicas de las inversiones supeditadas a las legislaciones nacionales.
Algunos líderes de Europa quedaron descontentos con el resultado de esa parte de la declaración como España, Francia y Gran Bretaña que han visto expropiadas empresas de sus países, las cuales, tenían su inversión basada en legislaciones de antiguos gobiernos neoliberales y apátridas, contraviniendo las mismas el interés público, como ha sucedido en Argentina, Bolivia y Venezuela.
En la cumbre las naciones latinoamericanas dejaron también claro que no quieren cualquier tipo de inversión, sino aquellas que sean dirigidas al sector productivo, que contribuyan a elevar el empleo y utilizar tecnologías de punta, así como la transferencia de dichas tecnologías*.
Con anterioridad a la crisis del 2008 el diseño de la economía mundial concebido por los países desarrollados se fundamentaba en una estructura neocolonial,  por la que  mantenían su supremacía científico-técnica sobre el resto del mundo en desarrollo, concentrando para sí la mano de obra cualificada, mientras que al resto de naciones en desarrollo se les vetaba el acceso a esos conocimientos para convertirlos en suministradores de materias primas, propiciando a su vez la deslocalización hacia estos países de los procesos productivos que precisaban mano de obra poco cualificada para la explotación como mano de obra barata. Este modelo de relaciones económicas establece un tipo de intercambio desigual, debido a la mayor productividad e innovación de los países desarrollados, sumiendo en el atraso y la desestructuración económica y social a los países en desarrollo y haciendo que las plusvalías del comercio desigual redunden en los países desarrollados. Desde el punto de vista político este modelo se ha venido manteniendo en Latinoamérica de la mano de oligarquías locales antipatriotas subordinadas particularmente a EEUU.
No obstante, Latinoamérica se encuentra en la actualidad en una coyuntura histórica favorable para superar su dependencia neocolonial. La crisis iniciada en el 2008 que azota sobre todo a los países desarrollados; la importancia que ha adquirido China en las relaciones económicas con Latinoamérica, y los cambios políticos en esta región del mundo a favor de políticas basadas en la inclusión social y la dignificación de la soberanía, está rompiendo la centenaria estructura económica neocolonial que condenaba a la mayoría de la población a la pobreza en favor del desmedido modelo consumista Occidental.
Por ello, el gran desafío en las relaciones de la CELAC con la UE, es establecer unas relaciones que permitan avanzar en la superación de su estructura económica neocolonial. La UE constituye en bloque la mayor economía del mundo y las inversiones en Latinoamérica alcanzan los 385.000 millones de euros (unos 462.000 millones de dólares), pero los países latinoamericanos, deberán priorizar no tanto el monto de la inversión como la excelencia y las condiciones de transferencia científico técnica asociadas a las mismas, tanto en el aspecto económico como medioambiental. Este punto es fundamental para romper el principal eje sobre el que se sustenta la relación desigual neocolonial de intercambio de tecnología por materias primas.
Actualmente, la posición privilegiada de Latinoamérica debido a su ascenso económico; la débil situación de la UE por la crisis, y las excelentes relaciones con China y Rusia que posibilita elegir entre socios diferentes en un mundo multipolar, conforma una oportunidad histórica que permite a Latinoamérica priorizar acuerdos con los países industrializados en su tránsito hacia la conformación de economías estructuradas, innovadoras y socialmente inclusivas.

*
Tras la finalización de la cumbre CELAC –UE, la CELAC en sesión posterior en su declaración final señala al respecto:
"Hacemos presente la ausencia de voluntad política por parte de varias naciones desarrolladas que impidió el logro de acuerdos sobre recursos financieros nuevos, adicionales y predecibles y sobre mecanismos para la transferencia efectiva de tecnologías hacia los países en desarrollo".

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23/01/2013

NOTICIA. El presidente egipcio, Mohamed Morsi, rechazó la intervención militar francesa en Malí

Comentario

La débil descolonización de los países árabes

El 11/01/2013 Francia intervino militarmente en Malí con un despliegue inicial de 750 soldados. La intervención francesa cumplió con los requisitos legales internacionales, porque la misma se realizó a petición del presidente en funciones de Malí Dioncounda Traeré.
No obstante, de facto esta legalidad no es sino un montaje hábilmente preparado por Francia a través de implicar al gobierno de Malí, un gobierno en situación de interinidad y afín a los intereses franceses. Una intervención que ya se venía preparando con tiempo de antelación, sin tener en cuenta la oposición a esta intervención de otros actores de la zona como Egipto.
Francia sabe muy bien lo que es manipular la legalidad internacional, como también lo hizo con su intervención en Libia. La resolución 1973 de marzo del 2011, acordada en el Consejo de Seguridad de la ONU para imponer una zona de exclusión área en Libia, se convirtió en un pretexto de la coalición de la OTAN liderada por Francia para devastar desde el aire el país y derrocar al gobierno de Gadafi.
Aquella trasgresión legal llevaría con posterioridad a China y Rusia a no confiar en lo sucesivo en el resto de miembros del Consejo de Seguridad en lo referente a acuerdos para autorizar intervenciones militares en terceros países, como por ejemplo en Siria.
Lo que sucede ahora en Malí es consecuencia de lo acontecido en Libia (Ver Nota 1). Las tribus tuareg que combatieron del lado de Gadafi con abundante armamento se trasladaron a Níger y reactivaron el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), una organización independentista mayoritariamente tuareg, y proclamaron el 6/4/2012 el estado independiente de Azawad que tiene una parte importante de su territorio en el norte de Malí. Estas tribus tuareg para su expansión territorial se aliaron con grupos jihadistas del Magreb grupos que contaban también con abundante armamento que les suministró la OTAN como aliados para su lucha contra Gadafi. Estos grupos y los tuareg no comparten los mismos objetivos ni tienen la misma visión de la sociedad. Los tuareg quieren que sean reconocidos sus derechos a una nación independiente (Azawad), y los salafistas (islamistas), instalar un califato que se rija por la ley islámica (Sharia). 
Esta alianza les permitió ocupar una parte importante de Malí. En el 2012. El Gobierno de Malí controlaba sólo el sur del país, mientras que las dos terceras partes de su territorio se convirtieron en un espacio abierto para las fuerzas tribales tuareg y los yihadistas.
La intervención militar francesa ha reforzado la unión de estos grupos que según el analista francés Moisseron, podrían contar con más de 10.000 combatientes bien entrenados y fuertemente armados que "Se pueden esconder, ir a otros países, fragmentarse y esparcirse en un territorio enorme, fronterizo con Burkina Faso, Níger, Argelia o Mauritania
En esta situación, el objetivo anunciado por Hollande de mantener la unidad del Estado maliense resulta una causa perdida, y es posible que la misma si persiste el hostigamiento contra las tribus tuareg se convierta en una guerra prolongada de características muy afines a la guerra de  Sudán, que finalizó en 2011 con la división en dos países -Sudán y Sudán del Sur- después de un largo conflicto armado entre norteños mayoritariamente árabes musulmanes y sureños mayormente animistas. El conflicto de Sudán reveló las lagunas en el trazado de fronteras en la descolonización de África. Sudán podría ser un espejo de lo que puede pasar en Malí, con una partición del norte del país que de facto ya existe.
A Francia, lo que le interesa es controlar los recursos naturales de la región. Malí y Níger poseen cuantiosas reservas de uranio muy codiciadas por Francia, que con sus 58 reactores de energía nuclear, es el país del mundo que posee la mayor cantidad de reactores en relación a su población, por lo que está muy necesitada del uranio, y la formación de un Estado en el Norte de Malí con afanes expansionistas va en contra de sus intereses.
Francia, en su pretensión de reeditar un nuevo tipo de colonialismo en el norte de África para la explotación de sus recursos precisa de Estados débiles que le permitan instituir  gobiernos fieles a sus dictados. Lo consiguió en Libia, y ahora la crisis de Malí le viene bien para tutelar el gobierno de ese país, que se ha puesto al servicio de su antiguo dueño colonial.
Los grupos jihadistas, en su proyecto de alcanzar un califato que abarque todos los países árabes sunnitas regido por las leyes del Islam más retrogrado, también quieren acabar con el poder político de los Estados, pues la debilidad o destrucción de los Estados, sobre todo de tradición laica, refuerza el proyecto supraterritorial del califato sunnita.
Este interés por debilitar en los países árabes los fundamentos políticos del soberanismo surgido en la lucha por la independencia colonial que dieron lugar a las diferentes naciones árabes, resulta coincidente tanto para los países neocolonialistas europeos particularmente Francia y Gran Bretaña, como para los grupos jihadistas. Ello se vio en su alianza en Libia para derrocar el régimen de Gadafi, y se está viendo también en Siria con el apoyo a las bandas armadas que luchan contra el régimen de Al Assad.
No obstante, en el caso de Malí esta alianza no existe, pues Francia pretende controlar directamente al gobierno de Malí lo que le obliga a enfrentarse a los jihadistas aliados con las tribus tuareg en la disputa por el control de la zona, aunque en Siria a los mismos jihadistas (que pueden cambiar en función de su prioridades de frente de batalla) en una muestra del cinismo muy propio del “seudoprogresismo europeo” del que Hollande es un digno representante, los considera luchadores por la libertad negándose a condenar los atentados terroristas realizados con coches bomba bajo subterfugios de que estos grupos en Siria quieren acabar con la tiranía de Al Assad. (Ver nota 2).
En este retorcido juego de intereses y alianzas, la destrucción del Estado sirio y de las infraestructuras del país se ha convertido en una meta codiciada, para las potencias neocoloniales occidentales, para los yihadistas y también para Israel porque supondría acabar con un poderoso aliado de Irán en la zona. (Ver nota 3).
No obstante, los fundamentos soberanistas  están muy arraigados en el Ejército Sirio y, por ello, es muy posible que el objetivo de los “amigos de Siria” encabezado por la UE, EEUU y las monarquías del Golfo Pérsico de pretender la victoria armada basada en la financiación de mercenarios y jihadistas foráneos, sea una empresa imposible. Ello supondría un freno importante al proyecto jihadista sunnita, y a las ambiciones neocoloniales occidentales e israelitas.
El proyecto político religioso salafista del jihadismo y de las Monarquías Absolutistas árabes por fundamentarse en la perpetuación de un modelo de sociedad retrógrado que tiene que ver más con un modelo civilizatorio de sociedad rural que de una sociedad industrial, constituye una fuerza contraria al desarrollo de la prosperidad de las naciones árabes tal y como se comprueba en las monarquías del Golfo Pérsico, pues, a pesar de contar con cuantiosos recursos financieros de sus explotaciones petroleras, su concepción medieval de la sociedad impide que la misma participe de la innovación y el desarrollo científico técnico autónomo, siendo totalmente dependientes de Occidente tanto en materia tecnológica como militar lo que les convierte en países subordinados a las potencias occidentales.
El neocolonialismo occidental se fundamenta principalmente en la supremacía tecnológica que obliga a los países en desarrollo a basar su estructura económica en el intercambio de materias primas por tecnología, pero sin que exista transferencia de los conocimientos científico-técnicos. En el caso de los países árabes, la corriente más retrógrada del Islam que sume en el atraso intelectual a la población, a Occidente le viene bien para mantener su modelo neocolonial, y a las monarquías absolutistas árabes les resulta del todo necesario, pues mientras el salafismo sea la ideología dominante en sus respectivas sociedades la población no cuestionará el poder absoluto de las monarquías.
De manera diferente Irán, tal vez por el acoso sufrido durante décadas por Occidente, es un país que ha desarrollado de manera importante sus capacidades científico técnicas en casi todas las ramas del conocimiento desde la medicina hasta la exploración espacial, lo que le convierte en una potencia regional, no solo por la capacidad tecnológica alcanzada sino porque el chiísmo mayoritario, la tolerancia con otras creencias y el soberanismo constituyen una unidad nacional.
Otro país en donde la identidad de la soberanía como nación se encuentra muy arraigada es Egipto; la mayoría social se identifica con una rama moderada del Islam, y una parte importante de su población es claramente laica. Egipto en su transición política tiene ante sí el reto de favorecer las fuerzas soberanistas enfrentadas al neocolonialismo en su aspiración de alcanzar un desarrollo económico autónomo. Hasta ahora Egipto no tiene una posición clara, pero el derrocamiento de Mubarak que sumió a Egipto durante décadas en el atraso por la corrupción y fidelidad a Occidente, le ha puesto en la senda del soberanismo en el que deberá jugar un papel importante de liderazgo político en la zona, y el mismo puede contribuir a disminuir la dependencia del mundo árabe de Occidente, y a eclipsar al Islam más retrógrado encarnado en Arabia Saudita y los grupos jihadistas.
Actualmente, la ambigüedad política de Egipto a favor de las fuerzas soberanistas en la región se comprueba en su posición respecto a Siria. Por una parte, se opone a cualquier intervención militar foránea, a diferencia de Qatar que la pide insistentemente, pero por otra parte, no tiene una posición clara en cuanto a la solución del conflicto dejándose arrastrar por las posiciones de las monarquías del golfo de apostar por una supuesta victoria militar de la oposición armada, cuando es obvio que en Siria mientras dure la pretensión de la victoria armada no habrá paz, y si esa victoria se diera tampoco la habría pues los derrotados seguirían luchando. La paz por la aniquilación del enemigo no es posible, lo que evidencia que quienes apoyan esa opción no pretenden alcanzar la paz sino la destrucción de Siria como nación.
Si Egipto aspira a reforzar las fuerzas soberanistas árabes, no le interesa una Siria débil como pretende Occidente y las monarquías absolutistas del Golfo Pérsico, pues esa debilidad fortalece a las potencias neocoloniales en la región y a los jihadistas y al quimérico proyecto del califato sunnita, por ello, la paz en Siria mediante la negociación es objetivamente para Egipto una apuesta necesaria y perentoria. Ello debería hacer reflexionar a los dirigentes y a la sociedad egipcia.


Nota 1.
En la intervención ante el comité del Senado para asuntos internacionales el 23/01/2013, Clinton  dijo que “la inestabilidad (en Malí) es resultado del golpe de estado que dieron los militares y los tuaregs, los cuales Gadafi había usado durante años”. Una vez derrocado el régimen gadafista, los tuareg contaron con grandes arsenales de armas y municiones”, al tiempo que Al Qaeda instalaba una base en el norte de Malí.

Nota 2.
El Comisario General de Información de la Policía de España, Enrique Barón, reveló que un número de mercenarios abandonó ese país para luchar junto a grupos armados en Siria y Malí. El periódico español La Razón en una información del 23 de enero de 2013 suscrita por J. M. Zuloaga basada en fuentes antiterroristas  señalaba que el total de islamistas radicales que han abandonado España para incorporarse a zonas de conflicto es de medio centenar, veinte habrían viajado a Malí, a los que hay que sumar unos treinta que se encuentran en Siria. De los desplazados a este último país, la mitad se ha incorporado directamente al Frente Al Nusra, dependiente de Al Qaeda, y el resto a campamentos yihadistas en los que nuevos militantes reciben entrenamiento de todo tipo, sobre todo para protagonizar ataques suicidas. Una vez finalizado el periodo de formación, de unos quince días de duración, los nuevos terroristas se incorporan a los combates contra el régimen de Bachar al Asad en las distintas facciones yihadistas que luchan en la zona.

Nota 3.
Durante una rueda de prensa  para dar el resumen de la actividad diplomática de Rusia en el año 2012, el ministro Lavrov  llamó a que se analicen de una manera más amplia los acontecimientos en Malí, Libia y Siria. El ministro subrayó que hay que tener en cuenta que la crisis de un país puede desembocar en la desestabilización de una región entera. Lavrov expresó su preocupación por la militarización en la región norafricana y la amenaza de la llegada de los islamistas al poder en ciertos países. 
En lo  que se refiere al conflicto en Siria, el canciller ruso dijo que nada podrá rectificar la situación en ese país árabe mientras la oposición tenga como único argumento la idea de deponer al presidente Bashar al Assad. “Todo está obstaculizado por la obsesión de la oposición con derrocar a Al Assad. Mientras que siga vigente esta actitud intransigente no se realizará nada bueno. Los combates   continuarán y la  gente seguirá muriendo”.

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17/01/2013

NOTICIA. Obama presenta plan para acotar la violencia armada en EEUU

Comentario

La encrucijada moral de EEUU: inicio, desarrollo y decadencia de los valores nacionales estadounidenses

Todos los imperios habidos han experimentado una secuencia de tres fases: inicio, auge y decadencia. 1. los inicios se corresponden con una expansión militar relativamente rápida donde se incorporan amplios territorios; 2. el período de auge se corresponde con el mantenimiento del estatus quo territorial basado principalmente en lo que puede denominarse el poder blando, es decir, la cultura, la religión y el desarrollo de infraestructuras; 3. el período de decadencia se produce a partir de que se precisa, de nuevo, del poderío militar, pero no para su expansión sino para su mantenimiento, en esta última fase todos los imperios han sucumbido. En cada uno de estos periodos, los valores civilizatorios morales de las sociedades imperiales que ha a lo largo de la historia han representado las fuerzas más avanzadas de la cultura y el desarrollo científico técnico se han ido transformando.
EEUU desde su revolución e independencia en 1776 ha ido recorriendo esas tres fases. En el siglo XIX se expandió hacia el Oeste y lideró y tuteló al resto de naciones del continente americano. Los valores democráticos en su concepción decimonónica quedaron reflejados de forma singular en el discurso de Gettysburg, de Abraham Lincoln, pronunciado en la Dedicatoria del Cementerio Nacional de los Soldados en la ciudad de Gettysburg, en Pensilvania, el 19 de noviembre de 1863, cuatro meses y medio después de la Batalla de Gettysburg durante la Guerra Civil Norteamericana, invocando los principios de igualdad de los hombres consagrado en la Declaración de Independencia. (Ver discurso en Nota 1).
Hasta Karl Marx, proscrito en vida y póstumamente por el liberalismo, ensalzó los ideales de Abraham Lincoln en una carta remitida al mismo el 29 de noviembre de 1864 y publicada en "The Bee-Hive. Newspaper", núm. 169, del 7 de enero de 1865, la cual encabezada con el siguiente alegato:
Muy señor mío:
Saludamos al pueblo americano con motivo de la reelección de Ud. por una gran mayoría. Si bien la consigna moderada de su primera elección era la resistencia frente al poderío de los esclavistas, el triunfante grito de guerra de su reelección es: ¡muera el esclavismo! Desde el comienzo de la titánica batalla en América, los obreros de Europa han  sentido instintivamente que los destinos de su clase estaban ligados a la bandera estrellada.
EEUU fue para el mundo la bandera de: la lucha por la independencia de las naciones; contra la esclavitud, y la tiranía de los regimenes absolutistas europeos, aunque, en su doble vertiente de emergencia en nueva potencia imperial, posteriormente paso a tutelar para el interés exclusivo de EEUU a las naciones emancipadas, como lo hizo con el continente latinoamericano, que quedo sumido en casi dos siglos de soledad, represión y atraso.
Con esa dualidad de expansión imperial y de primacía de su discurso emancipador llegó hasta la Segunda Guerra Mundial. En la misma EEUU se unió a la guerra justa de la lucha contra el nazismo y el fascismo, y 300.000 soldados estadounidenses dieron su vida por tan noble causa.
Tras la segunda Guerra Mundial EEUU se constituyó en la potencia hegemónica mundial, pero sus ambiciones neocoloniales de subordinar el mundo en función de sus intereses ocluyó su discurso emancipador.
A pesar de que en su participación en la Guerra de Corea y la de Vietnam EEUU decía inspirarse en los mismos valores que le llevaron a participar en la lucha contra el fascismo, para hacer frente a una nueva forma de totalitarismo como era el comunismo, tal cuestión resultaba ya retórica, siendo percibida por los países agredidos como meros enunciados propagandísticos, pues la resistencia popular a la guerra impuesta por EEUU fundamentaba sus ansias de libertad en la conquista de la soberanía como nación y no en la tutela de un imperio aunque éste se proclamara virtuoso de los valores de la libertad y la justicia. Un discurso que tampoco convenció a gran parte de la ciudadanía estadounidense que veían que los valores de los fundadores de la patria eran prostituidos en el campo de batalla con las masacres cometidas por sus ejércitos con cruentos bombardeos que no diferenciaban entre resistentes y población civil.
Con el comienzo del siglo XXI entró en el gobierno de EEUU el partido republicano con George W. Bush como presidente. Los nuevos estrategas de la Casa Blanca aspiraban a instaurar un nuevo orden mundial basado en el liderazgo inequívoco de EEUU ante el vació dejado por la extinta URSS.
Tras el atentado terrorista contra las torres gemelas de Nueva York el 11S del 2001, todo se desarrolló como si de un guión escrito se tratara. El gobierno de Estados Unidos diseñó un Plan mundial por el que se magnificaba la amenaza terrorista, con ello, se tenía el pretexto para recortar libertades y formular la política del ataque preventivo, “atacar para evitar se atacado”. El primer objetivo fue Afganistán bastión del fundamentalismo islámico, posteriormente se continuaría en Irak, pero bastó una década para mostrar el fracaso de ambas guerras con relación a los objetivos propuestos de subordinar a estas dos naciones.
Ese intento y fracaso de EEUU de cambiar el estatus mundial por la fuerza de las armas, revelaba también que el final del poder soviético no era suficiente para transgredir determinados valores alcanzados por la mayoría de las sociedades del mundo desde que alumbrara la Ilustración en el siglo XVIII. Esos valores tenían que ver con la asunción colectiva de las “soberanías nacionales” como marco de decisión política de las sociedades respectivas, y ante las cuales, las ambiciones imperialistas sucumbían. El imperialismo como método de expansión militar en los principios del siglo XXI, tras la guerra de Irak, había muerto, pero no solo había muerto el imperialismo militar de EEUU sino todos los imperialismos, porque cualquier experiencia similar estaba de antemano condenada ya a su derrota. Y También quedaba obsoleto el concepto de guerra ofensiva como método expansionista, porque el triunfo militar relámpago de la ocupación ya no garantizaba, a la postre, el éxito de la contienda en la guerra prolongada.
La frase de Martin Luther King expresada en su lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en EEUU: "La libertad nunca es voluntariamente otorgada por el opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido”, en el campo internacional ha  adquirido una notable vigencia. Las naciones sobre las que EEUU mantenía o mantiene su tutela han pasado a considerar que la libertad de la soberanía nacional no podía ser otorgada por EEUU sino que debía ser conquistada, cuestión que daría lugar en el siglo XXI en varias naciones latinoamericanas a un proceso de dignificación de la soberanía frente a las injerencias de EEUU, representadas emblemáticamente estas aspiraciones en Venezuela, que basa su identidad nacional en los ideales de Simón Bolívar de Ser libres en Patria Libre.
No obstante, los cambios históricos no suelen ser percibidos a veces por las sociedades y dirigentes políticos, y en Estados Unidos seguían y siguen existiendo fuerzas políticas y económicas que continúan apostando por hacer valer su hegemonía militar al resto del mundo, pero también existen fuerzas que han comprendido que ese camino solamente conllevaría a un escenario de varías y prolongadas guerras a la vez, en distintas partes del mundo, para las que su sociedad ni su economía está preparada.
Estas dos opciones se enfrentaron en las elecciones presidenciales de EEUU en el 2008, y en el 2012 y en ambas la ciudadanía apostó por Obama un presidente que basa su discurso en la restitución de los valores genuinos americanos de los fundadores de la Patria y la adecuación de la política de EEUU a la nueva realidad geopolítica multipolar.
Pero EEUU es una nación que debe su prosperidad en gran medida al sometimiento de otras naciones y, por ello, su acomodación a los nuevos tiempos no será por iniciativa propia, sino que solo puede ser fruto del empuje de otras naciones en el escenario internacional, cuestión que llevará su tiempo.
La historia demuestra que de las elites que constituyen el núcleo dirigente de los imperios, el estamento militar es el más resistente a admitir los cambios históricos, y es lo que hace que los imperios en su tercera fase o de declive recurran a la fuerza de las armas en un intento desesperado por perpetuarse.
En el último tercio del siglo XX, las fuerzas emancipadoras coloniales cambiaron el mundo pues su emancipación suponía el fin de las civilizaciones imperiales basadas en el poder militar, pero ni las dirigencias militares tanto soviéticas como norteamericanas, percibieron esa realidad; en el caso de la URSS con la represión en los países del Este europeo incorporados al área soviética después de la Segunda Guerra Mundial y con la invasión y derrota en Afganistán que cavaron su derrumbe en su postrera deriva imperial. En el caso de EEUU con su derrota en Vietnam y el inicio de su aventura militar en Afganistán, país éste que ha resultado maldito para los imperios que le han intentado someter, pues fue donde el imperio británico inicio su declive, supuso la tumba para las ambiciones militares soviéticas y en donde se ha evidenciado la debilidad del poderío militar de EEUU como forma de expansión imperial.
La fase de declive imperial (que no necesariamente tiene que ser como nación), no solo se caracteriza por la necesidad de tener que recurrir a la fuerza militar como intento de mantener el poder alcanzado, sino que suele venir acompañado del declive económico de la nación rectora por estar sustentada su economía en la explotación de otras naciones y perder la preponderancia sobre las mismas, aunque de manera significativa está caracterizada por la decadencia de los valores morales y sociales que la encumbraron.
Pasó en el Imperio Romano, en sus postrimerías el cristianismo como religión de Estado vino a sustituir la decadencia moral de Roma. En el imperio soviético la degradación de los valores humanistas socialistas (supuestamente superiores a los liberales) propiciados por la corrupción de la burocracia soviética y la represión política, contribuyeron decisivamente en el desplome de la URSS, siendo sustituidos posteriormente los valores sociales por la emergencia de la religión ortodoxa.
Actualmente, la decadencia moral de EEUU es notoria. El individualismo ensalzado por el liberalismo ha finiquitado los valores fraternales colectivos que inspiraron la revolución americana. El individualismo que busca el éxito a costa del fracaso de los demás está convirtiendo a la sociedad de EEUU en una sociedad insensible al sufrimiento humano. La marginación de los inmigrantes, la exclusión social que se ceba con los más débiles en los momentos de crisis económica, se presenta por la propaganda liberal como consecuencia lógica del destino obligado y merecido por pertenecer al mundo de los fracasados. Los valores fraternales de la solidaridad y la justicia social brillan por su ausencia en la sociedad americana; muchos soldados que participan en las guerras injustas de EEUU no pueden superar el trauma y terminan suicidándose. No obstante, los reiterados casos de desaprensivos que asesinan por placer o por nimiedades sin tener en cuenta si las víctimas son personas honestas incluso niños están removiendo los pilares morales de la sociedad americana.
El control del armamento de tipo militar que se propone la administración Obama, respetando la legalidad constitucional estadounidense del derecho de las personas a portar armas, y el despliegue de empleados de seguridad en las escuelas es un paso importante para la protección de los más indefensos, pero en realidad lo que la sociedad americana precisa es de un rearme moral de valores, que acabe con el ensalzamiento del individualismo; del éxito a cualquier precio, y de la educación seudo-patriótica de los ciudadanos de que inexorablemente tienen que cerrar filas con las descabelladas decisiones de sus mandatarios de participar en guerras de agresión contra otras naciones, sino quieren ser tachados de antipatriotas.
El soldado Bradley Manning colaborador de Wikileaks, es un exponente de la rebelión moral que precisa la sociedad americana, un soldado patriota, pero convencido como lo era Abraham Lincoln de que la grandeza de EEUU se debe basar sobre todo en las ideas nobles y no en la usurpación de las mismas por burócratas y estrategas al servicio de los intereses de minoritarios grupos de poder financieros, militares y mediáticos que en algunos casos como el lobby judío tienen sus intereses fuera de EEUU.

Una nueva revolución moral, en la que, de forma nítida, los valores colectivos de la fraternidad y la colaboración entre naciones, se impongan a la degradación de los valores fundacionales de EEUU como consecuencia de la exaltación del individualismo a ultranza y de las ambiciones militares imperiales.

Nota 1
Discurso de Gettysburg  de Abraham Lincoln. 19/10/1863
Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación, concebida en la Libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales.
Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil, que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar largo tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como lugar del último reposo para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.
Pero, en un sentido más amplio, no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno. Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí lo han consagrado, muy por encima de nuestro pobre poder de añadir o restar algo. El mundo no advertirá apenas ni recordará mucho tiempo lo que digamos aquí, pero nunca podrá olvidar lo que ellos aquí hicieron. Somos más bien nosotros, los vivos, los que debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que aquellos que aquí lucharon hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien nosotros los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que de estos muertos a los que honramos tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida colmada de la devoción; que resolvamos aquí firmemente que estos muertos no habrán muerto en vano; que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de la libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no desaparecerá de la Tierra.

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04/01/2013

NOTICIA. El presidente de EEUU, Barack Obama,  firmó la ley sobre el presupuesto del Departamento de Defensa para 2013, que será de 633.000 millones de dólares

Comentario

EEUU. 633.000 millones de dólares en gastos de defensa, para qué

El Congreso de EEUU aprobó un presupuesto de 633.000 millones de dólares para gastos de defensa a comienzos de diciembre del 2012. La Administración de EEUU, al presentar el proyecto de presupuesto en febrero de 2012, pidió al Congreso asignar 614.000 millones de dólares al Pentágono. Pero más tarde ese monto fue aumentado por los planes de subir el 1,7% los pagos a los militares.
Tanto republicanos como demócratas, a pesar de sus diferencias presupuestarias, y soportar una deuda soberana que asciende a 16,4 billones de dólares, equivalente al PIB del país, en la partida destinada al Departamento de Defensa se pusieron rápidamente de acuerdo.
Para EEUU el gasto militar, sigue siendo una prioridad, siendo los mismos el fundamento sobre el que descansa su visión y el papel a jugar en el mundo con independencia de quien gobierne.

EEUU
Población: 308.745.538
PIB ($): 14.657.000.000.000
Gasto militar ($): 633.000.000.000
(%) PIB gasto militar: 4,3%
PIB ($) /per cápita: 47.472,8
PIB ($)/ per cápita gasto militar: 2.050,2

Los gastos militares según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo en el  2008 representaron: (millones $):
Total Mundial 1.464.000; Estados Unidos 607.000; China 84.900; Reino Unido 65.700; Francia 65.300; Rusia 58.600; Alemania 46.800; Japón 46.300; Italia 40.600; Arabia Saudita 38.200; India 30.000; Corea del Sur 24.200; Brasil 23.300; Canadá 19.300; España 19.200; Australia 18.400; Irán 18.000; Resto del mundo 258.200.
Que en términos porcentuales respecto del gasto total mundial fueron:
Estados Unidos: 41,5; China: 5,8; Reino Unido: 4,5; Francia: 4,5; Rusia: 4,0; Alemania: 3,2; Japón: 3,2; Italia: 2,8; Arabia Saudita: 2,6; India: 2,0; Corea del Sur: 1,7; Brasil: 1,6; Canadá: 1,3; España: 1,3; Australia: 1,3; Irán: 1,2; Resto del mundo: 17,6.
Sumados los gastos militares de los países que figuran en la lista y que están aliados en la OTAN como son los casos de: Estados Unidos; Reino Unido; Francia; Alemania; Italia; Canadá y España, sumarían el 59% de todos los gastos militares del Mundo, mientras que su población representaba en el 2008 el 9,6% del mundo, y la superficie geográfica supuestamente a defender suponía el 16,1% de las tierras emergidas del planeta.
Con relación al PIB, los gastos porcentuales representaron:
Estados Unidos 4,22; China 1,87; Reino Unido 2,44; Francia 2,27; Rusia 3,63; Alemania 1,28; Japón 0,92; Italia 1,80; Arabia Saudita 7,87; India 2,35; Corea del Sur 2,58; Brasil 1,44; Canadá 1,30; España 1,24; Australia 1,81; Irán 4,99; Resto del mundo 1,73.
La relación de gastos militares de los cuatro países BRIC (Brasil, Rusia, India, China) con respecto a EEUU en el 2008, fueron:
Con relación a China, EEUU tenía un PIB 5,3 veces superior, y su gasto militar con relación al PIB era 7,1 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 13,3 veces superior, y el gasto militar por habitante era 31,3 veces superior.
Con relación a Rusia, EEUU tenía un PIB 8,9 veces superior, y su gasto militar con relación al PIB era 10,4 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 4,1 veces superior, y el gasto militar por habitante era 4,8 veces superior.
Con relación a India, EEUU tenía un PIB 11,9 veces superior, y su gasto militar con relación al PIB era 20,2 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 42,6 veces superior, y el gasto militar por habitante era 76,5 veces superior.
Con relación a Brasil, EEUU tenía un PIB 8,9 veces superior, y su gasto militar con relación al PIB era 26,1 veces superior; el PIB per cápita de EEUU era 5,6 veces superior, y el gasto militar por habitante era 16,5 veces superior.
Estas cifras demuestran claramente quien dispone de los gastos militares en función de acciones defensivas y quien lo hace además con un carácter agresivo u ofensivo. Los países de la OTAN y particularmente EEUU destinan recursos a gastos militares muy por encima de sus necesidades defensivas, y más si se tiene en cuenta que tras finalizar la Guerra Fría ningún país les amenaza.

No obstante, la fortaleza militar de una nación se mide no solamente en las fuerzas tangibles, que se muestran básicamente en el gasto militar, sino que se mide en la motivación de los ejércitos.
En las guerras ofensivas los ejércitos que lucharon por una causa justa obtuvieron notables victorias por su generosidad en la contienda, la más importante fue la lucha contra el nazismo y el fascismo, en la que EEUU participó en el frente occidental, y en el frente Oriental tuvo su máxima expresión en la Gran Guerra Patria rusa en la que millones de soldados rusos dieron su vida.
La guerra justa ofensiva llevó también a los países colonizados, desde el siglo XVIII hasta el último tercio del siglo XX, a emanciparse de la tiranía a la que estaban sometidos por los imperios coloniales europeos siendo EEUU en 1776 quien comenzaría esa lucha con la independencia del imperio británico.
En el siglo XXI, culminados los procesos de descolonización, las naciones no precisan de la guerra, pues una vez obtenida la soberanía su meta es la paz y el desarrollo. Las únicas guerras que se pueden considerar justas son las defensivas, es decir aquellas que una nación se levanta en armas para defender su soberanía de la agresión de otra nación. Las demás guerras son guerras injustas porque están destinadas a la dominación para el expolio o sometimiento de naciones.
Las agresiones que protagoniza EEUU en el siglo XX, bien a través de amenazas, boicots, bloqueos, complots o invasiones militares, forman parte de la guerra injusta porque sus fines son conseguir la hegemonía mundial, y además de injusta es cínica porque instrumentaliza propagandísticamente los derechos humanos en sus agresiones.
El ejército estadounidense no puede sustraerse a la realidad de estar formado para la guerra injusta. El espíritu de los soldados no está imbuido de una causa justa, y por ello, los estrategas norteamericanos, tienen que formarlos como máquinas donde la acción de combate solo se sostiene en una supuesta profesionalidad desprovista de valores. Ello tiene sus consecuencias, los suicidios entre la tropa de EEUU que ha participado en las guerras en el presente siglo han causado más bajas que las acciones de combate. Los veteranos de guerra cuando vuelven a su país, debido al embrutecimiento en la contienda para la que han sido entrenados, son repudiados por parte de la sociedad estadounidense, muchos empresarios temen de su carácter violento y rehuyen darles trabajo y pasan a engrosar en un alto porcentaje las listas del desempleo. Esta circunstancia ha llevado a los dirigentes militares estadounidenses a apoyarse en mercenarios, denominados eufemísticamente contratistas, quienes han participado en gran número en las guerras de Irak y Afganistán.
En la guerra moderna, en la guerra corta y tecnificada, la moral de la tropa no se pone a prueba, pues el soldado no sufre largo tiempo el estrés de la contienda, pero en la guerra prolongada, los valores por los que merece la pena morir se ponen a prueba, y la realidad demuestra que el ejército de EEUU, por carecer de valores genuinos de una causa justa es muy vulnerable.
En el momento histórico actual en el que los valores que demanda la humanidad son los de paz y desarrollo, los ejércitos más fuertes son aquellos que sus naciones defienden la paz, la soberanía y el desarrollo compartido entre naciones, porque la defensa de esos valores ante una agresión externa pasarían a formar parte de una guerra justa que, por ser tal, sería también una guerra patriótica popular.
Estados Unidos tiene una poderosa maquinaria militar pero es un gigante con pies de barro, puede exterminar a su enemigo pero no puede vencerle, porque en el estadio civilizatorio actual, a diferencia de los conquistadores de la antigüedad o el medievo, nunca podrá convencer a sus atacantes que deben estar sometidos, ni tampoco puede mantener la moral de sus soldados en las guerras prolongadas, pues, los hechos muestran a los mismos a diario el horror que supone participar en guerras injustas con fines de dominación y sometimiento por la fuerza de naciones y pueblos.
EEUU se resiste a caminar al paso del tiempo de la historia y adecuarse a la nueva realidad internacional que demanda de la confianza de las naciones particularmente de las más poderosas para liderar una nueva etapa mundial hacia una nueva civilización mundial basada en la paz entre naciones y el desarrollo económico en armonía con el medio ambiente. En ese proyecto, el desarme primero nuclear y posteriormente la reducción de los armamentos convencionales, es uno de los fundamentos sobre el que habría que construir la confianza de las naciones. Persistir en un alocado gasto militar se está convirtiendo en un viaje a ninguna parte.

NOTA:

En el año 2012 en las operaciones militares de EEUU en Afganistán murieron 295 soldados estadounidenses y se suicidaron 349, de ellos, 59 fueron de la Fuerza Aérea y 60 oficiales de la Marina. El mayor número de suicidios se registró entre los soldados que cumplen el servicio militar.
El índice de desempleo de los exsoldados de EEUU menores de 24 años que fueron desplegados en Afganistán o Irak, el paro llegó al 30,2%, en 2011 siendo la media nacional del 8,7%. Entre el conjunto de veteranos el desempleo se situó en el 12,1%.

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02/01/2013

NOTICIA. El Presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, emitió el 1/1/2013 un mensaje de Año Nuevo en el que llama a la unificación de las dos Coreas.

NOTICIA. Tras su elección el 19/12/2018, la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, ha manifestado que trabajará por la paz, la reconciliación y la cooperación en el Noreste Asiático

Comentario

 Noreste Asiático. Las tendencias hacia la paz duradera pueden ser más fuertes que las intrigas por deteriorarla

Uno de los asuntos políticos principales que ha presidido la campaña electoral a la presidencia de la República de Corea ha sido la reunificación de la nación coreana. Es éste un aspecto que los gobernantes de las dos coreas siempre han tenido en mente como una meta histórica que más tarde o más temprano tendrá que alcanzarse. Sin embargo, los hechos parece que caminan en sentido contrario. El reciente lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte para poner en órbita un satélite meteorológico fue condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU y preocupó enormemente a EEUU, Rusia, China, Japón y Corea del Sur por la capacidad que podría tener Corea del Norte para instalar en cohetes de largo alcance cabezas nucleares.
En la región de Asia Oriental, la vuelta de EEUU a Asia como centro estratégico de sus prioridades internacionales está convulsionado la política exterior de los principales aliados de EEUU en la región: Japón y Corea del Sur. Estas dos naciones tras el final de la Guerra Fría se concentraron en su actividad económica interna y en su integración regional, pero en los últimos años EEUU ha dejado notar su influencia para crear tensión en la región con la instrumentalización de sus aliados en la zona, particularmente Japón, Corea del Sur y Filipinas. Las disputas de las islas Diaoyu o Senkaku entre Japón y China; otras islas también en disputa entre China y Filipinas, y las reiteradas maniobras militares navales de EEUU en colaboración con sus aliados forman parte de la estrategia de EEUU, ante el auge de China, para evitar la integración regional de su aliados y fidelizarlos a su tutela como su gran patrocinador por medio de crear confrontación contra los supuestos peligros provenientes de China y de Corea del Norte.
Tanto Corea del Sur como Japón en la nueva conformación del Centro económico mundial de la región de Asia Pacífico tienen dos opciones estratégicas claras; optar por la integración económica y política regional que era la tendencia natural que se venía imponiendo como consecuencia del desarrollo económico de la zona, o por el contrario, optar por la confrontación con el fin de conseguir una preponderancia política regional, en una absurda disputa de intereses territoriales y en una carrera armamentista que la propia tensión como consecuencia de la exageración de supuestos enemigos conlleva.
Evidentemente a EEUU le interesa la segunda opción, pues la tensión creada artificialmente en la zona le permite maniobrar contra China y Rusia a través de la interposición de sus aliados, por el contrario, la política de la integración regional de Japón y de Corea del Sur supone que estos países adquieren un mayor poder autónomo de decisión, lo que a su vez implica un distanciamiento de la influencia de EEUU y, en consecuencia, que EEUU pierda capacidad de maniobra política en la zona.
Se demuestra con hechos que la tensión no favorece ni a Japón ni a Corea del Sur. En el caso de Japón tras la nacionalización de las islas Diaoyu o Senkaku por parte de Japón el pasado 11 de septiembre, la demanda de productos japoneses en China cayó bruscamente, y la tensión política interna en Japón obligó al primer ministro Yoshihiko Noda, del gobernante Partido Democrático a convocar elecciones anticipadas las cuales perdió ante su oponente Shinzo Abe, del Partido Liberal Democrático. El primer ministro electo afirmó estar dispuesto a suavizar las relaciones con China y resolver el contencioso de las islas Senkaku de manera pacífica, ello implícitamente supone un distanciamiento de EEUU que se ha manifestado también en el interés de Yoshihiko Noda de reformar el artículo 9 de la Constitución impuesta en 1946 por EE UU como potencia ocupante tras la derrota japonesa en la segunda Guerra Mundial por el que Japón no dispone de un Ejército regular, sino de las denominadas fuerzas de autodefensa bajo la tutela de EEUU.
En el caso de la península coreana la escalada de la tensión forzada por el acoso estadounidense a Corea del Norte implica por parte de los gobernantes de este país la justificación para la continuidad del Estado y economía de Guerra basado en el principio de la defensa lo primero por el que tiene por número de efectivos el cuarto ejército mayor del mundo con 1.106.000 soldados aproximadamente, un servicio militar de 10 años obligatorio para la mayoría de los varones y una fuerza de reserva de unos 8.200.000 de hombres, todo ello en un país que cuenta con 24,5 millones de habitantes. Por otra parte, la tensión no solamente se ha extendido entre Corea del Norte y Corea del Sur sino que este último país ha entrado en disputa en los últimos meses por las  islas Dokdo o Takeshima que han deteriorado las relaciones con Japón, haciéndose extensivas las mismas a los agravios que la población de Corea tuvo que sufrir en los 35 años que duro la ocupación japonesa (1910 a 1945).
No obstante, los cambios de gobernantes tanto en Japón como en Corea del Sur pueden traer una política más independiente de estos países respecto de EEUU. Su voluntad manifestada es la de rebajar la tensión en la zona y de tratar de solucionar los conflictos de forma pacífica y consensuada, constituyendo en ese sentido el gran reto por delante, lograr un ambiente satisfactorio para iniciar conversaciones para una posible reunificación de las dos Coreas. En unas declaraciones al respecto, la nueva primera ministra de Corea del Sur ha manifestado: "Cumpliré mi promesa electoral de abrir una nueva era en la península coreana a través de una seguridad nacional fortalecida y de unas relaciones diplomáticas basadas en la confianza bilateral".
Por su parte China a través de la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del país Hua Chunying, ha manifestado que tras la elección de la presidenta coreana Park Geun-hye espera trabajar con la República de Corea para seguir promoviendo las relaciones bilaterales y la estabilidad de la Península Coreana, pues está en línea con el interés común de todas las partes; por su parte el Presidente Hu Jintao ha declarado que China ha animado y anima de forma continua a la República Democrática Popular de Corea y a la República de Corea a que mejoren sus relaciones a través del diálogo y a que promuevan la reconciliación y la cooperación a fin de alcanzar la reunificación independiente y pacífica de la península.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró en rueda de prensa el 20/12/2012 que su país atendió el mensaje del nuevo Gobierno de Japón de Shinzo Abe que expresó su deseo de avanzar hacia la firma del tratado de paz, una asignatura pendiente entre ambos países desde el fin de la II Guerra Mundial. En lo relativo a las diferencias sobre las islas Kuriles: Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai que reivindica Japón alegando el Tratado bilateral sobre comercio y fronteras de 1855, Putin expresó su confianza de “mantener un diálogo constructivo con nuestros socios japoneses”.
El Presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, emitió el 1/1/2013 un mensaje de Año Nuevo en el que llama a la unificación de las dos Coreas. En su mensaje, transmitido por medios estatales, Kim Jong-un pidió redoblar los esfuerzos por relajar las tensiones entre las dos Coreas y señaló que la confrontación sólo conduce a la guerra.
Todo parece indicar que los países que conforman la región del Noreste de Asia se encaminan hacia la superación de los rescoldos que todavía perviven desde la Segunda Guerra Mundial y de la época de la Guerra Fría. La lógica de la confrontación en la pretensión de que unos ganen a costa de otros, solo conlleva la suma de intereses igual a cero, cuando no de pérdidas mutuas, por el contrario, la colaboración y la integración regional establece la dinámica de ganar, ganar para todas las naciones. Enfrente de esta política de colaboración se encuentra EEUU, que teme que la misma aleje a sus socios de su tutela y pierda poder en la región en su afán por contener a China.
La reunificación de la península coreana en una sola nación traería la estabilidad definitiva a la región, para ello previamente tienen que crearse las condiciones de confianza mutua entra ambas Coreas para poder implementar un hoja de ruta al respecto. La reunificación de las dos Coreas descansa en una premisa fundamental y es la salida de EEUU de Corea del Sur, pues sin la misma, Corea del Norte interpretaría tal reunificación como una rendición*. Por ello, y porque la división de las dos Coreas ha cobrado especial relevancia para EEUU para mantener un foco de tensión en la zona sobre el que diseñar sus estrategias para contener a China manipulando a sus aliados, hace que EEUU se haya convertido en el opositor número uno a esta reunificación; sin olvidar que para EEUU su presencia militar en Corea del Sur y Japón forma parte del derecho de conquista por su victoria en la Segunda Guerra Mundial sobre Japón y por su participación en la Guerra de Corea, al igual que lo hizo la antigua URSS en los países del Este de Europa.
La iniciativa para liderar el proceso de reunificación de las dos Coreas está en manos de Corea del Sur, quien si demuestra con hechos que es capaz de realizar una política exterior autónoma de EEUU se ganará la confianza de Corea del Norte y con ello se crearan la condiciones para iniciar unas conversaciones sinceras.
Asía Oriental ha convivido durante décadas con una herencia conflictiva heredada de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría, pero ha llegado el momento de poner fin a esa herencia envenenada para que el desarrollo regional no se vea perturbado por quienes quieren perpetuar esa situación que en nada beneficia ya al necesario y pacífico desarrollo de los países de la región.
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 Islas Diaoyu o Senkaku en disputa entre China y Japón

Noticia posterior relacionada con el artículo:

PYONGYANG, 14 ene (Xinhua) -- La República Popular Democrática de Corea (RPDC) pidió el lunes la disolución del Comando de la ONU (UNC, siglas en inglés) y un tratado de paz que reemplace al Acuerdo de Armisticio (AA), según informa la agencia oficial de noticias KCNA.
Un memorando del Ministerio de Exteriores de la RPDC dijo que si EEUU desmantela o no el UNC podría ser visto como medida de la disposición de Washington de mantener su "política anti-RPDC.
El documento afirma que EEUU se muestra en contra de reemplazar el AA con un tratado de paz permanente porque quiere mantener el régimen de armisticio y el UNC.
La RPDC mantendrá y reforzará sus capacidades de disuasión de guerra, hasta que EEUU tome la decisión adecuada, dijo el Ministerio, añadiendo que el diálogo político a un nivel más alto entre comandantes militares es la única manera de asegurar una paz duradera.
La guerra coreana llegó a un alto el fuego el 27 de julio de 1953, cuando el AA fue firmado en Panmunjom, en la frontera entre Corea del Sur y la RPDC. Pero la guerra no ha terminado oficialmente ya que nunca se ha llegado a firmar un tratado de paz.