Enero 2016



17/01/2016

NOTICIA. El 16/01/2016, la ONU, EEUU y la UE pusieron fin a las sanciones económicas a Irán por su programa nuclear

Comentario

Un tiempo nuevo en las relaciones internacionales

El 16/01/2016, tras la publicación del informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), confirmando que Irán había cumplido con sus obligaciones definidas en el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), alcanzado entre este país y el Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EEUU y Alemania) en julio de 2015, la ONU ha levantado las sanciones que pesaban sobre Irán.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, confirmó que en cumplimiento del (JCPOA), EEUU había levantando las sanciones impuestas al Banco Central y la compañía petrolera estatal de este país. A su vez, la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, en Viena, confirmó que la UE también ha levantado todas las sanciones económicas y financieras impuestas a Irán.
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Desde que, Hasan Rohani, accedió a la presidencia de Irán, las negociaciones para un acuerdo sobre el levantamiento de sanciones a este país a cambio de llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear con el Grupo 5+1, tuvieron un impulso sin precedentes. Finalmente en julio de 2015 se alcanzó el esperado acuerdo, y el 16/01/2016, el mismo entró en vigor.
Aunque Irán siempre ha manifestado que su programa nuclear no tenía como objetivo producir armas nucleares, incluso había promulgado leyes contrarias a la posesión de tales armas, sus enemigos declarados: EEUU e Israel, por el hecho de ser un país contrario a la hegemonía de estas dos potencias en la región, instrumentalizaron el programa nuclear iraní para aislar internacionalmente a Irán.
Entre los años 2002 y 2012, las negativas de Irán a una mayor transparencia del desarrollo de su programa nuclear propiciarían que el CSNU acordara sanciones económicas en su contra. La unanimidad del CSNU en ese periodo se vio favorecida por la política apaciguadora que tanto Rusia como China tenían en ese organismo de las políticas de EEUU.
Sin embargo, en los últimos años, los esfuerzos negociadores favorecidos por: la emergencia en el escenario internacional de Rusia y China en el que aspiraban a tener un mayor peso en las decisiones del CSNU; la fallida política de EEUU de dominar Irak y Afganistán para cercar por el Este y el Oeste a Irán; el interés de las grandes empresas occidentales de realizar negocios con Irán, y la voluntad política de Irán liderada por el presidente Hasan Rohani y el líder espiritual Ali Jamenei de situar a Irán en el concierto internacional, han culminado en la implementación del (JCPOA).
Israel y Arabia Saudita, las dos potencias regionales adversarias de Irán y aliadas de EEUU, han venido intentando frustrar el acuerdo, lo que inevitablemente situaba a EEUU en una situación de permanente confrontación con Irán que, de la mano de esos dos belicosos aliados, solamente le podía llevar a una guerra con Irán. El (JCPOA), ha desactivado esa posibilidad. Los intentos desestabilizadores de última hora por Arabia Saudita con la masiva ejecución de 47 reos, entre los que se encontraba el clérigo chiíta Nimr al Nimr, y la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, no han podido impedir la puesta en vigor del (JCPOA).
EEUU en su papel de protector de Israel y de Arabia Saudita había pasado a ser rehén de las ambiciones desestabilizadoras de esas dos naciones, en el caso de Israel para impedir la emergencia de cualquier nación en la región que pudiera cuestionar su supremacía militar, y en el caso de Arabia Saudita por su estrategia de expandir la visión sectaria y totalitaria del wahabismo. Tras el acuerdo con Irán, EEUU obtiene un mayor margen de maniobra para realizar políticas autónomas en la región.

Irán es una nación que a pesar de su aislamiento ha sabido convertirse en una potencia regional desarrollando sus conocimientos científico técnicos, siendo en la actualidad la nación del mundo musulmán con mayores capacidades para avanzar en ciencia y en tecnología, ocupando un lugar destacado en la comunidad científica mundial por sus aportaciones a la misma y número de publicaciones en revistas científicas, en las que la mujer tiene el lugar más destacado del mundo musulmán en el estudio de carreras universitarias. Irán es una república constitucional, sus instituciones, parlamento y presidencia son electas por sufragio universal; desde su fundación en 1979 la República Iraní ha renovado diez veces su parlamento, siendo la religión oficial el chiísmo; las relaciones con el resto de confesiones minoritarias son respetuosas y garantizadas por la ley; cristianismo, judaísmo, corrientes sunnitas y zoroastrismo son legales. En las relaciones con sus vecinos, Irán desde hace más de dos siglos no ha desatado por iniciativa propia ninguna guerra, todas las guerras de Irán, como la que mantuvo con Irak en los años ochenta del siglo XX, han sido impuestas desde fuera.
La normalización de las relaciones económicas y políticas de Irán con el resto de la comunidad internacional va a suponer un cambio importante en las relaciones internacionales. Con la implementación del (JCPOA), se ha desactivado en la región del Golfo Pérsico el pretexto más importante  para promover la confrontación con Irán, y ahora, el Estado Islámico (EI) aparece nítidamente como el principal enemigo a combatir. La derrota del terrorismo en la región significaría, a su vez, el final definitivo de las políticas injerencistas de Turquía, Arabia Saudita e Israel, quienes han venido instrumentalizando a los grupos jihadistas para expandir sus particulares ambiciones de dominación en la zona, aunque también el EI, ha utilizado esa política para ir ganando en poder y autonomía respecto de su patrocinadores iniciales, en un macabro juego de quien instrumentaliza a quien.
El levantamiento de las sanciones a Irán va a suponer que las perspectivas de desarrollo tecnológico de Irán se incrementen notoriamente. Irán, sin sanciones, está destinado a convertirse en la potencia más importante de la región y en la llave para la unión euroasiática, la cual, ha cobrado una especial importancia con la inauguración, el 16/01/2016, del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), liderado por China y en el que participan excepto EEUU y Japón la mayoría de los grandes países asiáticos y occidentales.
La visita del presidente chino, Xi Jinping, a Egipto, Arabia Saudita e Irán, ente el 19 y 23 de enero, se produce en un momento en el que se dan las mejores condiciones políticas para avanzar hacia un entendimiento con las naciones musulmanas más importantes del Próximo y Medio Oriente. La Paz es la base para el desarrollo, y a pesar de que ni Israel ni Arabia Saudita tienen interés ni en la paz ni en el desarrollo regional, sino en mantener su estatus supremacista en la región, ese tiempo se está acabando y tendrán que reacomodarse a los cambios.
Por su parte, EEUU que ha realizado un gran esfuerzo el último año, con John Kerry a la cabeza, para salir de la trampa que en esa parte del mundo le sumieron los estrategas estadounidenses entre los años 2001 y 2014, tendrá que saber también reacomodarse a la nueva situación. La iniciativa de China y de Rusia de otorgar una gran importancia a sus políticas en la región, se puede ver multiplicada tras la implementación del (JCPOA), al establecer unas relaciones más estrechas y sin restricciones internacionales con Irán.
EEUU, ha cambiado su política en Oriente Medio, pero tendría que entender que aun no lo suficiente. Después de décadas de hacer de Irán su mayor enemigo, ahora le resulta difícil presentarlo como posible socio. Y mientras  no normalice sus relaciones con Irán la ventaja será de China y Rusia.
EEUU, parece que no puede evitar que el fatalismo del discurso de la confrontación le acompañe sin remisión, ignorando que el mundo está cambiando en demanda de una mayor colaboración entre las grandes naciones y una menor confrontación.

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10/01/2016

NOTICIA. El 10/01/2016, el independista, Carles Puigdemont, con 70 votos a favor, 63 en contra y 2 abstenciones, fue investido presidente de la Generalitat de Cataluña


Comentario

La cuestión procedimental en la resolución de la crisis política española

El 10/01/2016, Carles Puigdemont, en su discurso de investidura como presidente de la Generalitat de Cataluña, se comprometió a aplicar la declaración independentista aprobada el pasado 9 de noviembre por Junts pel Sí y la CUP.* (ver anexo)
Tenemos que empezar a caminar a la luz de la declaración del 9N para iniciar el proceso de constitución de un Estado independiente". “Ahora Cataluña se encuentra entre la postautonomía y la preindependencia”. “Se tomarán decisiones soberanas, aunque con voluntad permanente de diálogo y negociación con el Estado, la UE y la comunidad internacional”, para “la construcción colectiva del nuevo país, el diseño definitivo de las estructuras de Estado, la tramitación de las leyes del proceso constituyente y transitoriedad jurídica y la plena internacionalización del proceso de constitución de un eventual Estado catalán”.
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La crisis económica iniciada en el año 2008 introdujo a España en cuatro grandes crisis: 1. la financiera reflejada en la descapitalización de importantes entidades financieras como Bankia, que tuvo que ser rescatada con fondos europeos; 2. la quiebra del sector de la construcción, uno de los mayores pilares de la estructura económica española  basado en la segunda vivienda; 3. el aumento dramático del desempleo que ha llevado a una profunda fractura social donde millones de personas siguen sin poder encontrar empleo, y 4. la crisis institucional territorial que abierto la brecha entre el Estado Español y Cataluña. La crisis institucional también ha afectado al desgaste de los partidos tradicionales de ámbito estatal que habían venido gobernando España desde que se aprobó la actual constitución en 1978, el PP (derecha) y el PSOE (centroizquierda).
De las cuatro crisis mencionadas, el PP, ha solventado con éxito la primera de todas al sanear las finanzas españolas y, con ello, ha conseguido evitar una intervención de las cuentas españolas desde Bruselas. Si bien, el resto de crisis siguen vigentes. Los niveles de desempleo con escasas variaciones siguen siendo parecidos a los primeros años de la crisis; no se ha desarrollado ninguna iniciativa para reorientar la fallida estructura económica, basada en el ladrillo, hacia la promoción de nuevos sectores económicos, en su sustitución, la política económica se ha orientado al sector exportador estimulando la competitividad de los productos españoles en base a una constante disminución de los costes salariales y la precariedad en el empleo, ello ha conllevado una caída del poder adquisitivo y por lo tanto de la demanda interna. Por último, la crisis institucional se ha agravado con la deriva independentista de gran parte de la sociedad catalana y del sector empresarial, al entender que la forma de impulsar el desarrollo económico catalán pasa por tener los resortes institucionales que les permitan diseñar políticas fiscales y económicas propias. La negativa persistente del gobierno Español a las demandas del gobierno Catalán de cambiar el estatus competencial político-económico de esa comunidad ha devenido en una apuesta por la independencia como nación.
A esta crisis institucional se ha añadido la derivada de los resultados electorales del 20/12/2015*, en el que los dos partidos estatales que han estado al frente de la crisis económica desde el 2008, PSOE (2008-2011) y PP (2011-2015) han sufrido un serio revés electoral. El PP, porque ha sufrido el desgaste de ser el partido gobernante en una situación de crisis durante cuatro años de legislatura y por los casos de corrupción imputados a destacados militantes del mismo, y el PSOE, porque el anterior gobierno del PSOE traicionó con la aplicación de recortes en derechos sociales los fundamentos de su discurso socialdemócrata, que le ha llevado a perder la confianza del electorado de izquierdas, con lo que esté partido ha entrado en una fase de declive.
En la actualidad, las fuerzas que se autodenominan constitucionalistas por ser defensoras a ultranza de la constitución de 1978, ha llevado a que las fuerzas centrífugas de la ruptura institucional territorial hayan ganado fuerza. La falta de una alternativa para una refundación constitucional ha dejado políticamente huérfanas las demandas catalanas y vascas. Las fuerzas constitucionalistas, se han enrocado en una posición de intentar doblegar, hasta ahora sin éxito, a las fuerzas políticas catalanas independentistas.
“Podemos”, la nueva formación política que ha emergido con fuerza en las elecciones generales del 20/12/2015, es la que más acertadamente ha interpretado el momento histórico por el que pasa España, al demandar una reforma constitucional en los dos aspectos fundamentales de la crisis que afecta a España; el primero orientado a paliar la crisis social con modificaciones constitucionales que permitan un rescate ciudadano, y el segundo con una reforma constitucional que incluya el derecho a decidir de Cataluña a través de un referéndum para determinar su relación con el Estado español.
Las denominadas fuerzas constitucionalistas se oponen al otorgamiento a Cataluña del derecho a decidir. Sin embargo, Podemos con su propuesta ha conseguido tanto en la sociedad catalana como vasca desactivar en parte las demandas rupturistas del independentismo, pasando a ser la fuerza política más votada tanto en Cataluña como el País Vasco, que ven en el derecho a decidir la mejor manera de ir solventando históricamente su relación con el Estado español en un marco constitucional diferente.
Después de siete años, la crisis económica ha desatado fuerzas políticas que ya difícilmente son reversibles. El movimiento social por el rescate ciudadano ha fraguado en un movimiento político encarnado en Podemos.  En el aspecto territorial, la irrupción de Podemos ha contribuido a que exista un fuerza vertebradora del conjunto de las nacionalidades que conforman España, pues el PP y el PSOE han dejado de ser representativos en Cataluña y el País Vasco.
La solución a la crisis social e institucional territorial pasa inevitablemente por un nuevo pacto constitucional, sin embargo, el aspecto procedimental basado en un nuevo consenso de todas la fuerzas políticas españolas y de las nacionalidades históricas que reemplace el consenso constitucional de 1978 es la base para solucionar la actual crisis española.
El consenso de 1978 tardó varios años en gestarse, solamente cuando se demostró con masivas movilizaciones entre los años 1975 y 1977 que la reforma del franquismo no podía prosperar, fue cuando se dieron las condiciones políticas para que el mismo se fraguara. Ahora se abre un periodo de intensa lucha política y su desenlace vendrá cuando se demuestre, por el creciente auge de las fuerzas del cambio constitucional, la inviabilidad de la constitución de 1978 como marco para solucionar la actual crisis estructural política española.
Se ha iniciado un proceso que se adivina largo y que deberá culminar cuando todas las fuerzas políticas representativas de derecha e izquierda y de todas las nacionalidades entiendan que ha llegado el momento de alcanzar un nuevo consenso constitucional.
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* ANEXO:
El 27/09/2015, se celebraron elecciones anticipadas en Cataluña, en las que las candidaturas independentistas de ERC y CDC unidas en Junts pel Sí (JxSí) y la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) sumaron la mayoría absoluta en escaños, con 72 diputados en total, 62 JxSí y 10 CUP, con el 47,74% de los sufragios. Desde esa fecha Cataluña ha transitado por un periodo de incertidumbre política ante la imposibilidad de formar una mayoría absoluta en el parlamento catalán por la oposición de la CUP a aceptar al candidato a la presidencia propuesto por (JxSí), Artur Mas. El 09/01/2016, tras la decisión del candidato, Artur Mas, de retirar su nominación, la CUP y (JxSí)  alcanzaron un acuerdo para elegir el presidente del parlamento catalán, Carles Puigdemont, de la agrupación (JxSí).
En ese intervalo de tiempo los grupos nacionalistas tomaron una serie de decisiones para trazar la hoja de ruta hacia la independencia catalana. El 27/10/2016, JxSí y la CUP pactaron una resolución parlamentaria en la que se declara "solemnemente" el "inicio del proceso de creación del estado catalán independiente en forma de república", sin supeditarse a lo que pueda decidir un Tribunal Constitucional español "deslegitimado". El 09/11/2016, el Parlamento catalán aprueba una resolución para iniciar un proceso de independencia respecto a España.
El 20/12/2015 se celebran las elecciones generales  españolas; en el ámbito de Cataluña la candidatura en Comú Podem, formación política que aboga por un referéndum de autodeterminación en Cataluña en el marco de la legalidad española, obtiene la mayor representación con 12 de los 47 diputados en liza, seguido de ERC con 9; PSC 8; Democracia i Libertat, la nueva marca de CDC, 8, C’s 5, y PP 5.
En el ámbito del Estado español los resultados electorales conforman un congreso fragmentado sin que ningún partido político obtenga una mayoría suficiente para formar gobierno.
Los resultados son:
Elaboración Propia.
Artículos relacionados.
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01/01/2016

NOTICIA. Las celebraciones del inicio del año 2016 se realizaron bajo la amenaza de atentados terroristas jihadistas
NOTICIA. El 31/12/2015, el presidente chino, Xi Jinping, en su discurso de Año Nuevo, anunció un  mayor compromiso de China en los asuntos internacionales.
NOTICIA. El 31/12/2015, el presidente ruso, Vladímir Putin, emitió el decreto sobre la nueva estrategia de seguridad nacional de Rusia.

Comentario

Tendencias del movimiento histórico

Los celebraciones del inicio del año 2016 se han visto enturbiadas por las amenazas terroristas atribuidas al Estado Islámico (EI) detectadas por los servicios de seguridad en varias ciudades occidentales. Nueva York, en EEUU; Bruselas en Bélgica, y Munich en Alemania han sido las ciudades donde las amenazas han sido más reales, aunque el efecto de la amenaza terrorista, tras los recientes atentados de París y el derribo del avión de pasajeros ruso sobre la península de Sinaí, se ha proyectado a numerosas capitales del mundo que se han visto obligadas a tomar medidas especiales de seguridad.
La inestabilidad política que irradia desde el Próximo y Medio Oriente hacia la región rusa del Cáucaso y centro de Asia ha llevado a Rusia a tomar una acción decida para combatir al Estado Islámico en Siria y adoptar una política de seguridad más proactiva tanto fuera como dentro de sus fronteras. De igual manera, China aprobó recientemente su primera ley antiterrorista en la que se prevé la posibilidad de que China pueda participar, al igual que lo hace Rusia, conforme al derecho internacional con fuerzas militares fuera de sus fronteras. La mayor implicación de China en los asuntos internacionales fue una parte importante del discurso de fin de año del presidente chino, Xi Jinping.
Ambos países manifestaron su voluntad de unir esfuerzos y los presidentes respectivos anunciaron su esperanza de que la comunidad internacional pueda trabajar conjuntamente por la paz, con un espíritu de cooperación. En su alocución de fin de año, el presidente Chino Xi Jinping manifestaría: "Transformemos el antagonismo en cooperación, la hostilidad en amistad y forjemos juntos una comunidad de destino compartido para toda la humanidad".
En el decreto sobre la nueva estrategia de seguridad nacional de Rusia, se señala la cooperación como una meta a lograr: el gobierno ruso aboga por un "fortalecimiento de la cooperación mutuamente beneficiosa con la Unión Europea" y una "colaboración de pleno valor con EEUU en base a intereses comunes, incluso en el ámbito económico", definiendo en el mismo decreto la prioridad nacional de Rusia en "afianzar el estatus de una potencia mundial líder, cuya actividad se dirige a mantener la estabilidad estratégica y relaciones de socios mutuamente beneficiosas en condiciones de un mundo policéntrico”.
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El movimiento histórico se puede definir como una serie de acontecimientos militares, políticos, económicos, tecnológicos o culturales relevantes en el devenir de la humanidad, de tal manera que los estadios geopolíticos alcanzados difícilmente son reversibles.
En el siglo XIX, el final del Antiguo Régimen en Europa con el triunfo de las revoluciones liberales, y la generalización de la revolución industrial, supuso un punto de inflexión histórico que marcó definitivamente la separación de la Edad Moderna de la Edad Contemporánea; las rivalidades imperiales de las potencias europeas que llevaron a las dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX tuvieron su punto final tras la Segunda Guerra Mundial, dando lugar a un nuevo orden mundial que descansaba básicamente sobre las dos potencias triunfadoras: EEUU y la URSS. La segunda mitad del siglo XX alumbró la formación de nuevas naciones surgidas tras los procesos de descolonización, principalmente en África y Asia, conformando el actual mosaico de naciones que constituyen la ONU. La desaparición de la URSS en la última década del siglo XX, cambió de facto el orden de posguerra, dando lugar a la formación de un mundo con el predominio casi hegemónico de una sola potencia: EEUU.

El periodo entre la caída del muro de Berlín y la crisis financiera internacional del 2008, marcaría el periodo de esplendor de EEUU. La política económica neoliberal basada en el consumismo de una quinta parte de la humanidad se demostró en ese periodo como la más efectiva para el desarrollo de las fuerzas productivas mundiales. La debilidad geopolítica de China y Rusia, inclinadas en ese periodo a una política de apaciguamiento con EEUU, daría lugar a una agresiva doctrina geopolítica estadounidense para dominar el Próximo y Medio Oriente, con la pretensión de establecer su dominio en Afganistán, Irak, Siria e Irán.
Sin embargo, tras años de guerra en Irak y Afganistán, EEUU no consiguió someter a esas naciones, lo que supuso un fracaso respecto de las expectativas que dieron lugar a las ocupaciones que apuntaban en última instancia contra Irán, ello y la crisis financiera del 2008 situarían a EEUU en un momento de debilidad relativa, ante el riesgo de empantanarse militarmente en el Medio Oriente sin resultados positivos, y con la incertidumbre de la salida a la profunda recesión del 2008.
A su vez, tanto China como Rusia, fueron reafirmándose como potencias soberanas, y abandonando la política internacional seguidista de EEUU. China mantuvo un crecimiento económico medio alto, a la vez que ambas potencias desarrollaban su capacidad militar disuasiva con la modernización de sus ejércitos, hasta situarse en la actualidad como dos potencias mundiales con una fortaleza incuestionable; pero EEUU y las potencias de la OTAN se resisten a aceptar una realidad diferente a la que se conformó en los años noventa del pasado siglo tras la caída del muro de Berlín, y su interés es revertir cualquier nueva situación geopolítica que cuestione ese estatus.
Para los grandes medios de comunicación y dirigentes políticos de las naciones de la OTAN, el mundo parece no haber cambiado, y su mensaje es que el triunfo histórico alcanzado por Occidente tras la desaparición de la URSS sigue intacto y vigente, creando la ilusión de que si el imperio soviético pudo ser derrumbado, ahora también se puede hacer retornar a Rusia y China a su estatus de la década de los noventa del final del siglo XX.
Se pretende también hacer prevalecer la ficción de que las guerras de agresión y los apoyos a los cambios violentos de regímenes tanto en el Oriente Medio, Norte de África y Ucrania, trajeron avances políticos; cuando el resultado ha sido el aumento de la inseguridad y la barbarie en esas regiones del mundo; donde había tolerancia entre las diferentes creencias como en zonas de Siria, Irak y Libia, ahora hay persecución y martirio principalmente de cristianos, donde había paz ahora hay guerra como en Siria, Irak, Libia y Ucrania, y donde había inicios de prosperidad ahora hay devastación, que provoca el desplazamiento de cientos de miles de refugiados hacia los países europeos.

Pero una cosa es la realidad mediática occidental y otra diferente la realidad del momento histórico.
China con un crecimiento alrededor del 7% de su PIB, sigue contribuyendo al crecimiento del PIB de la economía mundial con más de un 30%. Los avances tecnológicos rusos en el campo de las armas ofensivas y defensivas y del armamento disuasivo nuclear están superando cualitativamente a las de EEUU.
China como potencia económica, y Rusia militarmente, han iniciado una seria apuesta por la conformación de un mundo multipolar que vendría a equivaler en la actualidad a que ninguna decisión importante sobre la paz y la guerra tanto a nivel global como regional puede tomarse sin contar con ellos, como así se ha demostrado en el 2015, con el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, y con la aprobación por el CSNU de la resolución 2254 sobre la hoja de ruta para resolver el conflicto sirio y hacer frente al Estado Islámico.
Y, Esa nueva realidad global, se erige ya como un paso histórico de difícil retroceso, lo que supone desde la perspectiva  del movimiento histórico un nuevo estadio geopolítico bastante consolidado.

Las política de colaboración ente naciones propuesta por los países emergentes no encaja en la tradición Occidental acostumbrado a subordinar a otros países a sus intereses, y ello ha venido conformando, dos tendencias en el mundo: 1. Occidente escorado hacía la confrontación y la defensa de su hegemonía; 2. los Países emergentes a favor de instaurar una paz duradera que les permita promover su desarrollo y avanzar en la integración económica regional y mundial.
En la actualidad, la política de confrontación ya ha quedado demostrada que no permite a las potencias occidentales avanzar en su hegemonía, sino que por el contrario solo es causa de desestabilización, la cual está siendo aprovechada por un tercera fuerza como es el Estado Islámico para expandir su influencia.
En lo que respecta a China y Rusia, mientras persista la política de confrontación contra esas naciones por EEUU, éstas se verán obligadas a desarrollar un política defensiva y de mayor colaboración para aumentar su fortaleza en el escenario internacional hasta que se imponga históricamente la evidencia de que es necesario “Transformar el antagonismo en cooperación".
El año 2015, ha sido un año turbulento en el que la políticas de confrontación de Occidente principalmente contra Rusia con el régimen de sanciones, han tenido su reverso en el acuerdo del grupo 5+1 con Irán para poner fin al contencioso sobre el desarrollo de la energía nuclear en ese país y levantar las sanciones que pesaban sobre el mismo. Los desafíos globales como el Cambio Climático terminaron con un acuerdo de las naciones del mundo para combatirlo.
El año 2016 debería ser un año de impulso a las políticas de colaboración entre las grandes potencias, pues ello contribuirá a fortalecer un escenario de paz y consenso que permita avanzar en la lucha contra el terrorismo global, y a las naciones avanzar en su aspiración de paz y desarrollo.